1 - Examen de in genios para las Sciencias /
Antiguamente se avian alçado con el nombre y officio de Orador, los jurisperi tos: porque la perfection de la abogacia, pedia el conocimiento y pericia de todas las artes del mundo, a causa que las leyes juzgan a todos. Y para saver la deffension que cada arte tiene por si, era necessario tener particular noticia de todas: y assi dixo Ciceron (Lib. de orator.) Nemo est in oratorum numero habendus, qui non sit omnibus artibus perpolitus. Pero viendo que era impossible aprender todas las sciencias: lo uno por la brevedad de la vida; y lo otro, De Ingenios. por ser el ingenio del hombre tan limitado; lo dexaron caer: Contentando se en la necessidad, con dar credito a los peritos de aquel arte que defienden, y no mas. Tras esta manera de defender las causas, sucedio luego la doctrina Euangelica, la qual se podia persuadir con el arte de oratoria, mejor que quantas sciencias ay enel mundo, por ser la mas cierta y verdadera; pero Christo nuestro redemptor mandó a S. Pablo que no la predicasse In sapientia verbi, porque no pensassen las gentes que era alguna mentira bien ordenada, como aquellas que los oradores solian persuadir con la fuerça de su arte. Pero ya recebida la fee, y de tantos años atras: bien se permite predicar con lugares retoricos, y aprovecharse del bien dezir y hablar, por no aver aora el inconveniente que quando predicava S. Pablo. Antes veemos que haze mas provecho el predicador que tiene las condiciones de perfecto orador; y le sigue mas gente que el que no usa dellas. Y es la razon muy clara: porque si los antiguos oradores hazian entender al pueblo las cosas falsas por verdaderas (aprovechandose de sus preceptos y reglas) mejor se convencera el auditorio Christiano, persuadiendole con artificio aquello mesmo que eltiene ya entendido y creydo. Allende que la divina escritura es (en cierta manera) todas las cosas: y para su verdadera interpretacion, son menester todas las sciencias; conforme Examen aquel dicho tan celebrado, ( Prov. cap. 9.)Misit ancillas suas vocare ad arcem.