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16 - Der natürliche Sohn /

Dorval sahe, daß ich es zufrieden war, und sogleich machten wir uns auf den Weg nach seinem Hause. Konnte ein Mensch, den Dorval einführte, anders als sehr wohl aufgenommen werden? Es war den Augenblick, als ob ich in die Familie gehörte. Man sprach vor und nach dem Abendessen von Neuigkeiten, von Staatssachen, von Religion, von schönen Wissenschaften, von Philosophie; es mochte aber die Rede seyn, wovon es wollte, so erkannte ich immer den Charakter, den Dorval jeder von seinen Personen beygelegt hatte. Er hatte den Ton der Melancholie; Theresia den Ton der Vernunft; Rosalia den Ton der Freymüthigkeit; Clairville den Ton des Affects, und ich den Ton des guten ehrlichen Mannes.


17 - Examen de in genios para las Sciencias /

Tambien en los quatro humores, que tenemos, ninguno ay tan frio y seco como la melancolia: y todos quantos hombres señalados en letras a avido enel mundo, di ze Aristoteles (30. Sect. prob. 1.) que fueron melancolicos. Finalmente todos convienen en que la sequedad haze al hombre muy savio: pero no declaran, a qual de las potencias racionales ayuda mas: solo el Pro pheta Esayas (Cap. 28.) le puso nombre, quando dixo: Vexatio dat intellectum: Porque la tristeza y affliction, gasta y consume, no solamente la humedad del celebro pero los huessos desseca; con la qual calidad se haze el entendimiento mas agudo y perspicaz. De lo qual se puede hazer evidente demostracion, considerando muchos hombres, que puestos en povreza y affliction vinieron a dezir y escrevir sentencias dignas de admiracion: y venidos despues a prospera fortuna, a buen comer y bever, no acertaron a hablar; porque la vida regalada, el contento, el buen sucesso, y hazer se todas las cosas a su voluntad, relaxa y humedece el celebro; que es lo que dixo Hippocrates, Examen (Epidem. 5. com 9) Gaudium relaxat cor. Como si dixera, el contento y alegria, ensancha el coraçon, y le da calor y gordura. Y es cosa facil de provar otra vez: porque si la tristeza y affliction deseca y consuma las carnes, y por esta razon adquiere el hombre mayor entendimiento, cierto es, que su contrario (que es el alegria) a de humedecer el celebro, y abaxar el entendimiento. Los que van alçando esta manera de ingenio, luego se inclinan a pas

Cor sapientium ubi tristitia est, cor stultorum ubi lætitia. Eccles. cap. 7.

satiempos, a convites, a musi cas, a conversaciones jocosas, y huyen de lo contrario que en otro tiempo les solia dar gusto y contento.


18 - Examen de in genios para las Sciencias /

Tambien es difficultoso de entender, como la ymaginativa sea contraria del entendimiento (sino ay otra causa mas urgente, que resolver en mucho calor, las partes sutiles del celebro, y quedar las terrestres y gruessas) pues la melancholia, es uno de los mas gruessos y terrestres hu mores de nuestro cuerpo. Y dize Aristoteles, que de ninguno otro se aprovecha tanto el entendimiento como del: y hazese mayor la difficultad, considerando, que la melancholia es un humor gruesso, frio, y seco; y la colera, delicada en sustancia, y de temperamento caliente y seca: y con todo esso, es la melancholia mas apropriada para el entendimiento, que la colera. Lo qual parece contra razon: porque este humor ayuda con dos calidades al entendimiento, y contradize con sola una, que es el calor: y la melancholia ayuda con la sequedad, y no mas; y contradize con la frialdad, y grossura de sustancia; que es lo que Examen mas abomina el entendimiento. Y assi Galeno dio mas ingenio y prudencia, a la colera, que a la melancholia (Lib. 1. de natura humana, com. 1.) Animi dexteritas & prudentia a bilioso humore proficiscitur: integritatis & constantiæ erit autor humor melancholicus.Ultimamente se pregunta la causa de donde pueda nacer, que el travajo y continua contemplacion enel estudio, haze a muchos savios: a los quales al principio les faltava la buena naturaleza destas calidades que dezimos: y dando y tomando con la ymagina cion, vienen a alcançar muchas verdades que antes ygnoravan: Y no tenian el temperamento que para ellas se requeria: porque si lo tuvieran, no fuera menester trabajarlo.


19 - Examen de in genios para las Sciencias /

A la quarta duda se responde, que no haze al caso para el ingenio, tener las carnes du Examenras, ni blandas, si el celebro no tiene tambien la mesma calidad: el qual veemos muchas vezes, tener distinctio temperamento de todas las de mas partes del cuerpo: pero quando concurriessen en la mesma blan dura, es mal indicio para el entendimiento, y no menos para la ymaginacion. Y sino, consideremos las carnes de las mugeres, y de los niños, y hallaremos que exeden en blandura a la de los hombres; y con todo esso, los hombres en comun, tienen mejor ingenio que las mugeres. Y

Molles & candidi & obesi non habent humorem melancholicum. Gal. lib. 3. de locis asse.<affe.>ca. 6.

es la razon natural, que los humores que hazen las carnes blandas, son phlema y sangre: por ser ambos humedos, como ya lo dexamos notado: y destos a dicho Galeno, que hazen los hombres simples y bovos. y por lo contrario, los humores que endurecen las carnes, son colera y melancholia: y destos nace la prudencia, saviduria que tienen los hombres.


20 - Examen de in genios para las Sciencias /

Qual sea la razon y causa de la risa, an procurado muchos Philosophos saver, y ninguno a dicho cosa que se puede entender: pero todas convienen en que la sangre es un humor que provoca al hombre a reyr: aunque nadie declara que calidades tiene este humor mas que los otros, por donde haze al hombre risueño. (6. Aph. 53.) Desipientiæ quæ cum risu fiunt, securiores: quæ vero cum solicitudine, periculosiores. Como si dixera, Quando los enfermos desatinan, y delirando se rien, tienen mas seguridad, que si estan solicitos y congoxosos: porque lo primero se haze de sangre, que es un hu mor benignissimo; y lo segundo de melan Examencholia. pero restrivando en la doctrina que vamos tratando, facilmente se viene a entender todo lo que este caso se dessea saver La causa de la risa no es otra (a mi parecer) mas que una aprovacion que haze la yma ginativa, viendo y oyendo algun hecho, o dicho que quadra muy bien: y como esta potencia reside enel celebro, en contandole alguna cosa destas, luego lo manea, y tras el los musculos de todo el cuerpo. y assi muchas vezes aprovamos los dichos agudos, inclinando la cabeça. Pues quando la ymaginativa es muy buena, no se contenta de qualquier dicho, sino es de aquellos que quadran muy bien; y si tienen poca correspondencia, y no mas, antes recive pena que alegria. De aqui nace que los hombres de grande ymaginativa, por maravilla los veemos reyr. y lo que mas es de notar, es que los muy graciosos dezidores, y apodadores, jamas se rien de las gracias y donayres que ellos proprios dizen, ni de los que oyen a otros: porque tienen tan delicada ymaginativa, que aun sus proprios donayres no hazen la correspondencia que ellos querrian.


21 - Examen de in genios para las Sciencias /

Al octavo argumento se responde, que ay dos generos de melancholia: (Gal. lib. 2.de sanitate tuenda) una natural, que es la hez de la sangre, cuyo temperamento, es frialdad y sequedad, con muy gruessa su stancia, este no vale nada para el ingenio, antes haze los hombres necios, torpes, y risueños, porque carecen de ymaginativa. y a que se llama atra bilis o colera adu sta: de la qual dixo Aristo

De Orestes dize Horacio que siendolo tal, no hazia mal a nadie, pero alcançava dichos muy delicados por el resplandor que tenia su colera: y assi dixo, Iußit quod splendida bilis. Sermonum. 3.

teles [3. Sect. pro. 1.] que haze los hombres sapientissimos: cuyo temperamento es vario, como el del vinagre. Unas vezes haze effectos de Examen calor [fermentando la tierra] y otras enfria: pero siempre es seco, y de sustancia muy delicada. Ciceron confiessa que era tardo de ingenio, por que no era melancholico adusto; y dize la verdad: porque si lo fuera, no tuviera tanta eloquencia: porque los melancholicos adustos, carecam de memoria, a la qual pertenece en hablar con mucho aparato. Tiene otra calidad, que ayuda mucho al entendimiento, que es ser resplendida como azavache, con el qual resplandor da luz alla dentro enel celebro: para que se vean bien las figuras. Y esto es lo que sintio Heraclito, quando dixo, Splendor siccus, animus sapientissimus. El qual resplandor no tiene la melancholia natural, antes su negro es mortezino Y que el anima racional aya menester dentro en el celebro luz, para ver las figuras y especies, adelante lo provaremos.


22 - Examen de in genios para las Sciencias /

La Octava propriedad del buen orador dize Ciceron (De orator.) que es tener la lengua suelta, celer, y bien exercitada: la qual gracia no puede caer en los hombres de grande entendimiento; porque para ser presta, es menester que tenga mucho calor, y moderada sequedad. Y esto no puede acontescer en los melan cholicos, assi naturales, como por adustion pruevalo Aristoteles (11. Sect. prob. 38.) preguntando, Quam ob causam qui lingua hæsitant, melancholico habitu tenentur? Como si dixera, Que es la causa, que los que se detienen en el hablar, todos son de complexion melancholicos? Al qual Problema responde muy mal, diziendo, que los melancholicos tienen fuerte ymaginativa, y la lengua no puede yr hablando tan apriessa, como ella le va dictando; y assi le haze tropeçar y caer. Y no es la causa, sino que los melancholicos abundan siempre de mucha agua, y saliva en la boca; por la qual disposicion tienen la lengua humeda, y muy relaxada: cosa que se echa de ver claramente, considerando lo mucho que escupen. Esta mesma razon dio Aristoteles (1.Sect. probl. 53.) preguntando, Quæ causa est, ut lingua hæsitantes aliqui sint: Como si dixera, De donde proviene, que algunos se Examen detengan enel hablar? y responde, que estos tienen la lengua muy fria, y humeda; las quales dos calidades la entorpecen, y ponen paralitica; y assi no puede seguir a la ymaginativa. Para cuyo remedio, dixe, que es provechoso bever un poco de vino; o antes que vayan a razonar delante el auditorio, dar buenas vozes, para que se caliente y desseque la lengua.


23 - Examen de in genios para las Sciencias /

Y que la melancholia por adustion, tenga esta variedad de temperamento; frialdad y sequedad, para el entendimiento; y calor para la ymaginativa: dize lo Aristoteles desta manera: Homines melancholici varii inæqualesque sunt; quia vis atræ bilis varia, & inæqualis est: quippe quæ vehementer tum frigida tum calida reddi eadem possit. Como si dixera: los hombres melancho licos por adustion, son varios, y desigales en la complexion; porque la colera adusta, es muy desigal: unas vezes se pone calidissima, y otras fria sobre manera.


24 - Johann Huart's Prüfung der Köpfe zu den Wissenschaften /

Jn Wahrheit aber entstehet aus dieser Beschaffenheit keine Verschiedenheit des Genies, und Aristoteles hat eigentlich auch nicht sagen wollen, daß ein kaltes, sondern, daß ein am wenigsten hitziges Geblüte die Ursache eines grössern Verstandes sey. Gleichfalls rühret die Unbeständigkeit eines Menschen nur von der allzugrossen Hitze her, welche die Bilder in dem Gehirne erhebet, und so zu reden zum Aufsieden bringt, so daß sich deren allzuviele dem Geiste darstellen, und ihn, sie zu betrachten, einladen; da er denn, weil er sie alle geniessen will, von einem auf das andre springen muß. Das Gegentheil hiervon äussert sich bey der Kälte, die, weil sie die Bilder unterdrückt, und nicht aufkommen läßt, den Menschen bey einer Meynung feste erhält, indem keine andre aufsteigen, die ihn davon abziehen könnten. Ueberhaupt ist das die Eigenschaft der Kälte, daß sie die Bewegungungen nicht allein der körperlichen Dinge, sondern auch der Bilder und Begriffe, welche dieWeltweisen für etwas geistiges halten, verhindert, und sie in dem Gehirne unbeweglich macht; diese Festigkeit aber ist vielmehr für eine Trägheit, als für eine Verschiedenheit des Genies zu halten. Doch giebt es auch noch eine andre Art der Festigkeit, welche daher entstehet, weil der Verstand allzusehr eingeschlossen ist, nicht aber, weil das Gehirn zuviel Kälte hat. Es bleiben also bloß die Trockenheit, die Feuchtigkeit, und die Wärme, die Werkzeuge der vernünfti gen Vermögenheiten. Welcher Weltweise aber kann denn bey jeder Gattung des Genies dasjenige bestimmen, was eigentlich ihre Verschiedenheit ausmacht? Heraklitus*) sagte: ἀυγη jηρη, ψυχη σοφωτατη, und will uns durch diesen Ausspruch zu verstehen geben, die Trockenheit wäre es, welche den Menschen weise mache; er sagt aber nicht, welche Art der Weisheit er hier verstehe. Eben dieses sagt Plato, wenn er vorgiebt, unsere Seele komme sehr weise in den Körper; durch die viele Feuchtigkeit aber, die sie in demselben fände, würde sie träge und thöricht, bis sich diese mit der Zeit verlöre, und die Trockenheit ihre erste Weisheit wieder entdecke. Unter den unvernünftigen Thieren, sagt Aristoteles, sind diejenigen die klügsten, in deren Temperamente die Kälte und Trockenheit herrschet, dergleichen die Ameisen und Bienen sind, welche an Klugheit mit den allervernünftigsten Menschen um den Rang streiten. Jm Gegentheil ist das Schwein dasjenige Thier, welches die meiste Feuchtigkeit und also den wenigsten Verstand hat; daher auch Pindarus, wenn er die Dummheit der Böotier beschreiben will, sagt: ἠν ὁτε συας βοιωτιον οὐθνος ἐνεπον, **)

*) Galenus führt ihn an in seinem Buche, ὁτι τα της ψυχης ἠθη u. s. w.

**) Wenn Homer sagen will, daß Ulysses nicht thöricht und unverständig gewesen wäre; so beweiset er es durch die Erdichtung, weil er in kein Schwein sey verwandelt worden.

Sogar das Blut, sagt Galenus, *) macht die Menschen wegen der allzuvielen Feuchtigkeit einfältig. Er erzählt daher, die Komödienschreiber hätten über die Söhne des Hippokrates, als über Leute gespottet, die viel natürliche Wärme hätten, als welches eine sehr feuchte und flüchtige Substanz ist. **) Diesem Fehler sind fast alle Söhne weiser Leute unterworfen, wovon wir weiter unten den Grund angeben wollen. Unter den vier Flüssigkeiten endlich ist die Melancholie die kälteste und trockenste von allen; und gleichwohl versichert Aristoteles, ***) daß alle, die sich jemals in der Welt durch die Gelehrsamkeit hervorgethan hätten, Melancholici gewesen wären. Kurz, alle kommen darinnen überein, daß die Trockenheit den Menschen geschickt mache; keiner aber bestimmt zu welchen Wirkungen der vernünftigen Seele eigentlich die Trockenheit am vortheilhaftesten sey. Der einzige Prophet Jesaias nennt sie mit Namen, wenn er (im 28. Hauptst.) sagt: Anfechtung giebt Verstand; denn die Anfechtung, die Traurigkeit, die Betrübniß verzehret nicht allein die Feuchtigkeit des Gehirns, sondern trocknet auch die Gebeine aus, daß sie also durch die Trockenheit, welche sie verursacht, den Verstand weit schärfer und

*) in seiner Abhandlung, ὁτι τα της ψυχης ἠθη u. s. w.

**) Οι δε Ιπποκρατους ὑιεις ους ἐπι μωρια σκωπ-τουσιν οἱ κωμικοι δια την ἀμετρον θερμην.

***) προβλ. τμημ. λα.

durchdringender macht. Einen unwidersprechlichen Beweis kann man daraus nehmen, wenn man überlegt, daß oft Leute, so lange sie in Armuth und Verachtung gelebt, die bewundernswürdigsten Lehren gesagt und geschrieben haben; sobald sie aber in bessere Umstände, zum guten Essen und Trinken gekommen sind, haben sie selten was gescheutes mehr reden können, weil das köstliche Leben, die Ruhe, der gute Fortgang, die Erlangung aller Wünsche das Gehirn schlaff und feuchte machen. Dieses ist es, was Hippokrates*) unter dem ἡ ἐυθυμιη ἀφιει καρ-διην verstehet; die Zufriedenheit erweitert das Herz, und giebt ihm Wärme und Fettigkeit. Man kann dieses auch auch ganz leicht auf eine andre Art beweisen: wenn nämlich die Traurigkeit und die Anfechtung das Fleisch austrocknet und verzehret, und also den Verstand des Menschen vermehret, so muß ihr Gegentheil, welches die Freude ist, nothwendig das Gehirn feuchte, und den Verstand schwach machen. **) Diejenigen also, die ein solch Genie bekommen sollen, legen sich sogleich auf Zeitvertreib, wohnen den Schmausereyen, der Musik, und andern lustigenGesellschaften bey, und fliehen im Gegentheil alles, was ihnen vordem Freude und Vergnügen machte. Hieraus mag das gemeine Volk die

*) ἐπιδημιων το ἑπον τμημοα πεμπον.

**) Das Herz der Weisen ist im Klaghause, und das Herz der Narren im Hause der Freuden.Pred. Sal. 7.

Ursache einsehen lernen, woher es komme, daß ein weiser und tugendhafter Mann, der vorher in Armuth und Verachtung gelebt hat, wenn er zu einer grossen Ehrenstelle erhaben wird, sogleich alle seine Gewohnheiten, und sogar seine Art zu denken ändert. Diese Veränderung nämlich entsteht daher, weil er ein ganz anderes, feuchtes und dunstiges Temperament bekommen hat, welches die Bilder, die er vorher im Gedächtnisse hatte, auslöscht, und den Verstand träge macht.


25 - Johann Huart's Prüfung der Köpfe zu den Wissenschaften /

Auch dieses ist keine geringe Schwierigkeit: die Einbildungskraft soll dem Verstande zuwider seyn, (welches alles aus keinem andern

*) ἰατρικης τεχνης κεφ. ια.

Grunde Statt finden kann, als weil die allzugrosse Hitze die feinen Theile des Gehirns verzehrt, und nur die irrdischen und groben übrig läßt,) und gleichwohl ist die Melancholie eine von den allergröbsten und irdischsten Feuchtigkeiten in unserm Körper; die Melancholie, mit der sich, nach des Aristoteles Ausspruche, der Verstand am allerbesten verträgt. Diese Schwierigkeit wird noch grösser, wenn man bedenkt, daß die Melancholie eine grobe, kalte, und trockene Feuchtigkeit, die Cholera aber von einem sehr feinen Wesen und von einer sehr warmen und trockenen Mischung ist; und daß dennoch die Melancholie dem Verstande gemässer ist, als die Cholera. Scheinet es nicht wider alle Vernunft zu seyn? Diese Feuchtigkeit ist mit zwey Eigenschaften dem Verstande zuträglich, und nur mit einer ist sie ihm zuwider, nämlich mit der Wärme; die Melancholie hingegen befördert den Verstand nur mit einer einzigen Eigenschaft, mit der Trockenheit; mit den übrigen aber, der Kälte und groben Substanz, welche der Verstand am meisten verabscheuet, ist sie ihm hinderlich; daher auch Galenus*) sagt: το μεν ὀjυ και συνετον ἐν τη ψυχη, δια τον χο-λωδη χυμον ἐϛαι!το δ' ἑδραιον και βε-βαιον δια τον μελαγχολικον.


26 - Johann Huart's Prüfung der Köpfe zu den Wissenschaften /

Auf den vierten Einwurf antworte ich folgender Gestalt: es trägt zu dem Genie nichts bey, ob man hartes oder weiches Fleisch hat, wenn das Gehirn nicht von eben dieser Beschaffenheit ist; denn dieses hat, wie uns die Erfahrung lehret, sehr oft ein ganz verschiedenes Temperament, als alle übrige Theile des Körpers. Wenn aber beyde, das Gehirn und das Fleisch, in der Weiche übereinkommen, so ist es ein sehr schlechtes Zeichen für den Verstand, und ein eben so schlechtes für die Einbildungskraft. Man darf ja nur das Fleisch der Weibspersonen und der Kinder betrachten; findet man nicht, daß es weit weicher ist, als das Fleisch der Mannspersonen? Ueberhaupt aber kann man ganz wohl sagen, daß das männliche Geschlecht mehr Fähigkeit habe als das weibliche. Die Ursache ist ganz natürlich: die Flüssigkeiten, welche die Weiche des Fleisches verursachen, sind Phlegma und Blut; diese aber, wie wir schon angemerkt haben, sind beyde feuchte, und machen, nach des Galenus Ausspruche, die Menschen einfältig und dumm. *) Die Flüssigkeiten gegentheils, welche das Fleisch hart machen, sind Cholera und Melancholie, und aus diesen erwächst die Klugheit und der Verstand des Menschen. Es ist also ein weit schlechteres Merkmal, mehr weiches Fleisch haben, als sprödes und hartes; **) daß es folglich bey denjenigen, welche in ihrem ganzen Körper ein gleiches Temperament haben, nicht schwer fallen muß, die Beschaffenheit ihres Genies aus der Weiche oder Härte ihres Fleisches zu schliessen: denn wenn es hart ist, so zeigt es einen guten

*) Οι μεν ἁπαλοι και λευκοι και πιονες, ἡκι-ϛα μελαγχολικον ἰχυσι χυμον. Γαλ. περι των πεπονθοτων τοπων βιβλ. γ.

**) Unter den unvernünftigen Thieren kömmt keines dem Menschen an Klugheit näher, als der Elephant, und keines hat härteres und spröderes Fleisch, als er.

Verstand und eine gute Einbildungskraft an; ist es aber weich, so läßt sich das Gegentheil nämlich ein starkes Gedächtniß bey einem schwachen Verstande und einer schwachen Einbildungskraft daraus schliessen. Will man aber wissen, ob die Beschaffenheit des Gehirns mit der Beschaffenheit des Fleisches übereinkomme, so muß man die Haupthaare betrachten. Sind diese stark, schwarz, spröde und dichte, so zeugen sie von einer guten Einbildungskraft und einem guten Verstande; sind sie aber zart und weiß, so zeugen sie von weiter nichts, als einem guten Gedächtnisse. †) Will man nun ferner, wenn die Haare von der erstern Beschaffenheit sind, unterscheiden, ob sie einen guten Verstand oder eine gute Einbildungskraft anzeigen, so muß man auf das Lachen des Knabens Acht haben: denn das Lachen ist es, welches die Beschaffenheit der Einbildungskraft verräth.


27 - Johann Huart's Prüfung der Köpfe zu den Wissenschaften /

Die Ursache und die Art des Lachens haben viele Weltweisen zu erklären sich bestrebt:

†) Was hier der Verfasser von den körperlichen Merkmalen des Verstandes, des Gedächtnisses, und der Einbildungskraft sagt, gehört unter diejenigen Sätze, die von einer kleinen Anzahl einzelner Fälle abstrahirt worden, und daher gar nicht allgemein sind. Wenn man Lust hätte, das Gegentheil zu behaupten, so würde man zur Vertheidigung seiner Meynung eben so viel, als der V. zum Beweise der seinigen, anführen können. E.

keiner aber hat etwas verständliches davon vorgebracht. Darinnen kommen sie alle überein, daß das Blut diejenige Flüssigkeit sey, welche den Menschen zum Lachen anreizt; wenn sie nur auch erklärten, was für Beschaffenheiten diese Flüssigkeit vor andern Flüssigkeiten habe, wodurch sie den Menschen zum Lachen treibt. Hip pokrates spricht: *) ἁι παραφρυσυναι, ἁι μεν μετοι γελωτος γινομεναι, ἀσφαλεϛεραἰ αἱ δε μετα σπουδης, ἐπισφαλεϛεραι. Die Kranken, will er sagen, wenn sie den Verstand verlieren, und in ihrer Unsinnigkeit lachen, sind bey weitem nicht in so grosser Gefahr, als wenn sie bey ihrem Wahnwitze verdrüßlich und ängstlich sind: denn das erstere entstehet aus dem Geblüte, welches ein sehr gutartige Flüssigkeit ist, das andere aber aus der Melancholie. Damit wir uns aber nicht von unserer Hauptsache verlieren, so wollen wir von dieser Materie nur das leichteste und was hier nothwendig hergehört, anführen. So viel ich wenigstens einsehe, ist die Ursache des Lachens keine andere, als der Beyfall, welchen die Einbildungskraft alsdenn ertheilet, wenn sie Handlungen oder Einfälle sieht oder hört, die sehr gut passen. †) Da nun die

*) ἀφορ. τμημ. ϛ.

†) Mit dieser Erklärung der Ursache des Lachens werden wohl nicht alle Leser zufrieden seyn. Man kann es aber dem Verfasser leicht verzeihen, daß er noch eine Dunkelheit in einer Materie zurückgelassen hat, deren völlige Aufklärung auch den scharfsinnigsten Philosophen unserer Zeit noch nicht hat glücken wollen. Uebrigens muß man, um die verschiedenen Erklärungen dieser Wirkung der Freude gehörig beurtheilen zu können, den Umstand nicht aus der Acht lassen, daß man das Lachen bald in Beziehung auf den Körper, bald auch in Beziehung auf die Seele zu betrachten pflegt. Jm ersten Falle kann man das Lachen mit dem Herrn Zückert in seiner Abhandlung von den Leidenschaften, einen mechanischen Kützel der Nerven nennen, welcher unerwartet entstehet, und wieder schnell vorüber gehet. Jm letztern Falle hingegen, wenn es nämlich in Beziehung auf die Seele betrachtet wird, läßt sich das Lachen durch einen hohen Grad eines angenehmen Zustandes erklären, welcher aus der plötzlichen und lebhaften Vorstellung einer solchen Sache entsteht, die nach unserm Urtheile etwas unmögliches, oder ungereimtes enthält. Allein, nunmehr wird man ferner fragen: woher kömmt es denn, daß die Vorstellung einer Unmöglichkeit oder Ungereimtheit eine solche lebhafte Freude in uns hervorbringen kann? Und diese Frage ist in der That nicht so leicht zu beantworten, als mancher vielleicht denken wird. Nach Sulzern (Allgem. Theor. der schönen Künste, 3. Th. S. 104.) entsteht der seltsame Zustand des Gemüths, welcher das Lachen verursacht, aus der Ungewißheit unsers Urtheils, nach welchem zwey widersprechende Dinge gleich wahr scheinen. Jn dem Augenblicke, setzt dieser Schriftsteller hinzu, da wir urtheilen wollen, ein Ding sey so, empfinden wir das Gegentheil davon; indem wir das Urtheil bilden, wird es auch wieder zerstört. Man lacht beym Kützeln über die Ungewißheit, ob man Schmerzen oder Wollust empfinde; bey seltsamen Taschen spielerkünsten, weil man nicht weiß, ob das, was man sieht, wirklich oder eingebildet ist. Crusius hingegen glaubt, daß die Vorstellung einer Ungereimtheit oder Thorheit vermuthlich des wegen einen angenehmen Zustand in uns verursache, weil man sogleich für bekannt annehme, daß man einer solchen Schwachheit gar nicht, oder wenigstens itzt nicht mehr unterworfen sey; daher uns die jähling entstehende Empfindung einer vermeyntlichen Vollkommenheit so angenehm werde. S. dessen Anweisung, vernünftig zu leben, §. 80. E.

se Vermögenheit in dem Gehirn ihren Sitz hat, so bewegt sie, sobald als ihr solche Handlungen oder Einfälle vorkommen, das Gehirn, und die ses bewegt hernach die Muskeln im ganzen Körper; wie man denn wahrnimmt, daß wir eine scharfsinnige Rede oft mit dem Nicken des Kopfs zu billigen pflegen. Wenn nun die Einbildungskraft sehr gut ist, so vergnügt sie sich nicht an allen Einfällen ohne Unterscheid, sondern nur an denen, welche sehr wohl passen; diejenigen aber, die nur ein wenig passen, verursachen ihr mehr Verdruß als Freude. Daher kömmt es, daß es ein Wunder ist, wenn man einen Mann von einer sehr grossen Einbildungskraft lachen sieht. Daher kömmt es ferner, was fast noch sonderbarer ist, daß die aufgeräumtesten und scherzhaftesten Leute weder über ihre eigene Ein fälle, noch über die Einfälle anderer lachen; weil sie einen so feinen Witz haben, daß ihnen nicht einmal ihre eigene Einfälle alle die Artigkeit zu haben scheinen, die sie suchen. Diese Artigkeit aber bestehet nicht allein in dem Gemässen und Passenden, sondern auch in der Neuigkeit, und ist also nicht allein ein Werk der Einbildungskraft, sondern auch der übrigen Kräfte, von welchen der Mensch regieret wird. Der Magen verabscheuet eine Speise, die man ihm mehr als einmal vorsetzt; das Gesicht verabscheuet immer einerley Gestalten und Farben; das Gehör immer einerley Consonanzen, so wohlklingend sie auch sind, und der Verstand immer einerley Betrachtung. Daher kömmt es auch, daß ein witziger Kopf über die Einfälle, die er vorbringt, nicht lachen kann; denn ehe er sie durch die Rede von sich giebt, hat er sie schon gedacht, und denkt sie zum andernmale, wenn er sie sagt. Jch mache also den Schluß, daß alle, welche unmässig lachen, ohne Ausnahme keine Einbildungskraft haben; weil ihnen alle Einfälle und Scherze, sie mögen so frostig seyn, als sie wollen, als wohlpassend vorkommen. Weil nun das Blut, wenn es zu viel Feuchtigkeit hat, die Einbildungskraft, wie wir schon erinnert haben, verdirbt; so sieht man leicht die Ursache, warum diejenigen, welche am meisten sanguinisch sind, auch am meisten lachen. Es ist überhaupt die Eigenschaft der Feuchtigkeit, daß sie die Kräfte der Wärme schwächt, und ihr die Kraft zu trocknen benimmt. Die Einbildungskraft muß sich also mit der Trockenheit besser vertragen, als die alle ihre Wirkungen gleichsam schärft. Wo übrigens allzuviel Feuchtigkeit ist, da muß nothwendig auch eine sehr geschwächte Wärme seyn; denn sonst würde sie diese Feuchtigkeiten auflösen, und vertrocknen. Bey einer so ohnmächtigen Wärme aber kann die Einbildungskraft unmöglich wirken. Hieraus ist nunmehr auch zu schliessen, daß Leute von grossem Verstande gemeiniglich viel lachen, weil ein grosser Verstand und eine grosse Einbildungskraft nicht beysammen zu seyn pflegen. Man lieset dieses von jenem grossen Weltweisen, dem Demokrit; und ich selbst habe es bey vielen wahrgenommen, und mir angemerkt. Nunmehr kann man es leicht wissen, ob es der Verstand oder die Einbildungskraft sey, welche an einem Knaben das harte und spröde Fleisch und die schwarzen, dichten, harten und spröden Haare verrathen. Diesesmal also war die Lehre des Aristoteles die richtigste nicht.


28 - Johann Huart's Prüfung der Köpfe zu den Wissenschaften /

Dem achten Einwurfe gehe ich damit entgegen, daß es zweyerley Arten der Galle giebt. *) Die eine ist die natürliche, (χολη) und bestehet aus nichts, als aus den Hefen des Bluts. Jhrer Beschaffenheit nach ist sie kalt, trocken, von einer groben Substanz, und trägt gar nichts

†) Was der Verfasser von den Bildern im Gehirne mit so vieler Zuversicht sagt, ohne sich um den Beweis seiner Meynung sehr zu bekümmern, verdient wohl keine Widerlegung. E.

*) Γαλ. βιβλ. β. ὑγιεινων.

zu dem Genie bey. Die andere ist die schwarze Galle. (μελαινη χολη) Jhre Beschaffenheit ist verschieden, wie die Beschaffenheit des Essigs; und von ihr sagt Aristoteles, *) daß sie weise Leute mache. **) Bald hat sie gleiche Wirkungen mit der Wärme, indem sie das Jrrdische gährend macht; bald kältet sie; allezeit aber ist sie trocken, und von einer sehr feinen Substanz. Cicero bekennt es selbst von sich, daß er ein langsames Genie habe, weil er keinMelancholicus wäre. Er sagt die Wahrheit: denn wäre er dieses gewesen, so wäre er nimmermehr so beredt worden, weil die Melancholici kein gut Gedächtniß haben, welches unumgänglich nöthig ist, wenn man keinen Mangel an Worten und Gedanken haben soll. Die schwarze Galle hat noch eine andere Eigenschaft, welche dem Verstande sehr vortheilhaft ist, diese nämlich, daß sie glänzend ist, gleichsam wie ein Agat. Durch diese Eigenschaft macht sie es in dem Gehirne helle, daß die Bilder leicht zu erkennen sind. Dieses ist es, was Heraklit zu verstehen geben wollte, wenn er sagte: ἀυγη jη-ρη, ψυχη σοφωτατη. Diesen Glanz hat die natürliche Galle nicht; ihre Schwärze ist viel

*) προβλ. τμημ. λ.

**) Von dem Orestes sagt Horaz, daß er niemanden in seiner Raserey was Uebels gethan habe, daß ihn vielmehr seine glänzende Galle viele feine Reden habe vorbringen lassen: jussit quod splendida bilis. Serm. lib. II. sat. 3. v. 137.

mehr ganz todt. Daß aber die vernünftigeSeele in dem Gehirne Licht nöthig habe, die Bilder und Eindrücke zu erkennen, werden wir in der Folge beweisen.


29 - Johann Huart's Prüfung der Köpfe zu den Wissenschaften /

Die achte Eigenschaft eines guten Redners, sagt Cicero, *) ist, daß er eine gelöste, geschwinde und wohlgeübte Zunge habe. Diese Eigenschaft aber kann kein Mensch von grossem Verstande besitzen, weil sie, wenn sie geschwinde seyn soll, viel Wärme und eine gemässigte Trockenheit haben muß, als welches bey den Melancholicis von beyder Art durchaus nicht Statt finden kann. Aristoteles beweiset es genugsam durch die Frage: **) δια τι οἱ ἰσχνοφωνοι με-λαγχολικοι; das ist: warum alle diejenigen, welche stottern und stammeln, eines melancholischen Temperaments sind? Er antwortet aber auf diese Frage sehr schlecht: weil die Melancholici eine starke und geschwinde Einbildungskraft haben, und die Zunge so geschwind nicht nachkommen kann, als sie ihr die Gedanken darreicht, daß sie also nothwendig sich oft übereilen und stottern muß. Dieses ist die Ursache gar nicht, sondern diese ist es: weil die Melancholici immer allzuviel Wasser und Speichel im Munde haben, wodurch ihre Zunge sehr feuchte und schlaff gemacht wird, welches man nur allzudentlich an ihrem öftern Ausspucken erkennen kann.Aristoteles selbst ***) giebt diese Ursache an,

*) de oratore.

**) προβλ. τμημ. ια.

***) προβλ. τμημ. ια.

wenn er die Frage aufwirft: δια τι ἰσχνοφω-νοι γινονται; warum einige stottern? Er antwortet nämlich, weil sie eine allzukalte und feuchte Zunge haben. Diese zwey Beschaffenheiten machen das Glied träge, und wie vom Schlage gerührt, daß es der Einbildungskraft niemals nachkommen könne. Er giebt daher, wenn man dieser Beschwerlichkeit abhelfen wolle, den Rath, etwas Wein zu trinken, oder vorher, ehe man gegen die Zuhörer redet, ein wenig zu schreyen, damit die Zunge erwärmt und trocken gemacht werde. Auch aus der vielen Wärme und Feuchtigkeit der Zunge, sagt Aristoteles, könne das Stottern entstehen. Er führt die Cholerici zum Beyspiele an, welche, wenn sie zornig geworden sind, nicht reden können, und gleichwohl ungemein beredt sind, wenn sich ihr Zorn und ihre Gemüthsbewegung gelegt hat. Die Phlegmatici hingegen können nicht reden, wenn sie ruhig sind; wenn sie aber aufgebracht werden, so ist in ihren Reden ungemein viel Beredsamkeit. Die Ursache davon ist klar: denn ob es gleich wahr ist, daß die Wärme sowohl der Einbildungskraft, als der Zunge ungemein wohl zu statten kömmt, so ist es doch auch ganz wohl möglich, daß sie einen solchen Grad erlangen kann, in welchem sie beyden nachtheilig wird, so, daß weder die Einbildungskraft sinnreiche Gedanken zu haben, noch die Zunge wegen der allzugrossen Trockenheit die Worte auszusprechen im Stande ist. Selbst die Er fahrung lehrt es, daß in diesem Falle der Mensch besser zu reden anfängt, wenn er ein wenig Wasser getrunken hat.


30 - Johann Huart's Prüfung der Köpfe zu den Wissenschaften /

Daß aber die verbrannte schwarze Galle diese verschiedene Beschaffenheit in der That habe, und dem Verstande mit Kälte und Trockenheit, der Einbildungskraft aber mit Wärme aufhelfe, dieses drückt Aristoteles folgender Gestalt aus: δια μεν το ἀνωμαλον ἐιναι την δυναμιν της μελαινης χολης, ἀνωμαλοι ἐι-σιν οἱ μελαγχολικοι!και γαρ ψυχρα σφο-δρα γινεται, και θερμη. Das ist: die Melancholici sind ihrer Complexion nach verschieden und sich selber ungleich, weil die verbrannte schwarze Galle sehr ungleich ist, und bald ausserordentlich warm, bald ausserordentlich kalt werden kann.