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16 - Examen de in genios para las Sciencias /

Pues si Dios buscara un predicador eloquente, y con ornamento enel dezir, y entrara en Athenas, o en Roma, affirmando: que en Hierusalem avian cruci ficado los Iudios a un hombre que era Dios verdadero, y que avia muerto de su propria y agradable voluntad, por redemir los pecadores; y que resuscitó al terceró dia, y que subio a los Cielos, donde agora está; que avia de pensar el auditorio, sino que este thema era alguna estulticia y vanidad, de aquellas que los oradores suelen persuadir con la fuerça de su arte? Por tanto dizo sant Pablo (1. Cor. cap. 1.) Non enim misit me Christus baptizare, sed evangelizare: non in sapientia verbi, ut non evacuetur erux Christi. Como si dixera: no me embio Christo a baptizar, sino a predicar: y no con oratoria; porque no pensasse el auditorio que la Cruz de Christo, era alguna vanidad, de las que suelen persuadir los oradores. El ingenio de S. Pablo era apropriado para este ministerio: porque tenia grande entendimiento para defender, y provar en las sinagogas, y en la gentilidad; que Iesu Christo éta el Mexias prometido en la ley: y que no avia que esperar otro ninguno: y con esto era de poca memoria: por don De Ingenios.de no pudo saver hablar con ornamento de palabras dulces y sabrosas: y esto era lo que la publicacion del Euangelio avia menester. Por esto no quiero dezir que Sant Pablo no tuviesse don de lenguas: sino que en todas hablava, de la manera que en la suya: ni tam poco tengo entendido que para defender el nombre de Christo bastavan las fuerças de su grande entendimiento, sino estuviera de por me dio la gracia, y auxilio particular, que Dios (para ello) le dio: solo quiero sentir, que los dones sobre-naturales obran mejor cayendo sobre buena naturaleza, que si el hombre fuesse de suyo torpe y necio. A esto alude aquella doctrina

La epistola a los Hebreos, con ser de S. Pablo, a avido muchos que por ser de diverso estilo an presumi lo dezir que no era suya; lo qual tiene la yglesia condenado por heretico.

de Sant Hieronymo, que trae enel prohemio que haze sobre Esayas, y Hieremias, preguntando: ques la causa que siendo el mesmo Spiritusancto el que hablava por la boca de Hieremias, y Esayas; el uno proponga las cosas que escrive con tanta elegancia, y Hieremias a penas save hablar?


17 - Examen de in genios para las Sciencias /

Los que alcançan esta junta de ymaginativa y memoria, entran con grande animo; a interpretar la divina escriptura, pareciendo les, que por saver mucho Hebreo, mucho Griego, y Latin, tienen el camino andado para sacar el espiritu verdadera de la letra: y realmente van perdidos. Lo uno: porque los vocablos del texto divino, y sus maneras de hablar, tienen otras muchas significaciones, fuera de las que supo Ciceron en Latin. Lo otro, que a los tales les falta el enten Examendimiento, que es la potencia que averigua, si un espiritu es Catholico, o depravado: esta es, la que puede elegir (con la gracia sobre-natural) de dos o tres sentidos, que salen de una letra, el que es mas verdadero y Catholico.


18 - Examen de in genios para las Sciencias /

De esto tenemos manifiesto exemplo, en la divina escritura (Iudith. cap. 10.) Porque estando el pueblo de Israel cercado en Betulia, y fatigado de sed, y de hambre, salio aquella famosa muger Iudith, con animo de matar a Olofernes: y caminando para el exercito de los Assyrios, fue presa de las centinelas y guardas: y preguntando-le donde yva; respondio con animo doblado: Yo soy hija de los Hebreos (que vosotros teneys cercados] y vengo huyendo, por tener entendido que an de venir a vuestras manos, y que los aveys de maltra De Ingenios.tar, por no se aver querido dar a vuestra misericordia. Por tanto determine de yrme a Olofernes, y descubrir le los secretos desta gente obstinada, y monstrar-le por donde les pueda entrar, sin que le cueste un soldado. Puesta ya Iudith delante de Olofernes, se prostró por el suelo: y juntas las manos, le començó a adorar, y dezir las palabras mas engañosas que a hombre se an dicho enel mundo; en tanto, que creyo Olofernes, y todos los de su consejo, que les dezia la verdad. Y no olvidada ella de lo que traya enel coraçon, buscó una con veniente ocasion, y cortó le la cabeça.


19 - Examen de in genios para las Sciencias /

La razon desto es muy clara, en philo sophia natural: porque ninguna facultad ay de quantas goviernan al hombre, que quiera obrar de buena gana, sino ay interes delante que la mueva: Lo qual pruevaAristoteles (4. Sect. probl. 16.) de la potencia generativa: y en las de mas, corre la mesma razon. El objeto de la facultad irascible, ya emos dicho atras que es la honra, y provecho: y si esto falta, luego cessa el animo y valentia. De todo esto se entendera, la gran significacion que tiene, el hazerse dama el peon, que (sin prender-le) corre siete casas. Porque todas quantas buenas noblezas a avido enel mundo, y avra, an nascido y nasceran, de peones y hombres particulares; los quales con el valor de su persona, hizieron tales hazañas, que merescieron para si, y para sus descendientes, titulo de hijos dalgo, cavalleros, nobles, Condes, Marqueses, Duques, y Reyes. Verdad es, que ay algunos tan ignorantes, y faltos de consideracion, que no admiten que su nobleza tuvo principio, sino que es eterna, y convertida en sangre, no por mer ced del Rey particular, sino por creacion sobre natural y divina.


20 - Examen de in genios para las Sciencias /

Desta doctrina se infiere [en buena philosophia natural] que si el hombre a de hazer algun acto de virtud [en contradiction de la carne] es impossible poder lo obrar sin auxilio exterior de gracia: De Ingenios. por ser las calidades, con que obra la potencia inferior, de mayor efficacia. Dixe, con contradicion de la carne: porque ay muchas virtudes en el hombre, que nacen de ser flaca la yrascible, y concupiscible [como es la castidad en el hombre frio:] pero esto, antes es impotencia para obrar, que virtud.


21 - Examen de in genios para las Sciencias /

La verdad desta doctrina parece claramente, considerando el ingenio dela primera muger que vuo enel mundo; que con averla hecho Dios con sus proprias manos, y tan acertada y perfecta en su sexo, es conclusion averiguada, que sabia mucho menos que Adam: lo qual entendido por el Demonio, la fue a tentar, y no oso poner se a razones con el varon [temiendo su mucho ingenio y sabiduria:] pues dezir que por su culpa le quitaron a Eva todo aquel saber que le faltava para ygualar con Adam, ninguno lo puede affirmar; porque aun no avia peccado. Examen Luego la razon de tener la primera muger, no tanto ingenio, le nascio de averla hecho Dios fria y humeda [que es el temperamento necessario para ser fecunda y paridera; y el que contradize al saber] y si la sacara templada [como Adam] fuera sapientissima: pero no pudiera parir, ni venirle la regla, sino fuera por via sobre-natural. En esta naturaleza se fundó S. Pablo, quando dixo: Mulier in silentio discat, cum omni subjectione: docere autem mulieri non permitto, neque dominari in virum, sed esse in silentio. Como si dixera: No quiero que la muger enseñe, sino que calle, y aprenda, y este sujeta a su marido. Pero esto se entien de, no teniendo la muger espiritu, ni otra gracia mas que su disposicion natural: pero si alcança algun don gratuyto: bien puede enseñar y hablar: Pues sabemos que estando el pueblo de Israel opprimido y cercado por los Assyrios, embió a llamar Iudith [muger sapientissima] a los sacerdotes de Cabrey, y Charmi, y les riño diziendo: Donde se sufre que diga Ozias, que si dentro de cinco dias no le viene socorro, que ha de entregar el pueblo de Israel a los Assyrios? Vosotros no veys que estas pa labras provocan a Dios a yra, y no a misericordia? Que cosa es que pongan los hombres termino limitado a la misericordia de Dios: y que señalen a su antojo el dia en que les puede socorrer y librar? Y en acavandolos de reñir, les mostró de que De Ingenios. manera avian de aplacar a Dios, y alcançar del lo que pedian.


22 - Examen de in genios para las Sciencias /

Quanto a la primera naturaleza, no ay que tratar de la sabiduria de Christo nuestro redemptor; porque era infinita, sin augmento ni diminucion; ni depender de otra cosa ninguna, mas de que por ser Dios, era tan sabio enel vientre de su madre, como lo era siendo de treynta y tres años: y lo era ab eterno. Pero en lo que toca a la segunda naturaleza, es de saber, que el anima de Christo, dende el punto que Dios la crió, fue biena venturada y gloriosa, como lo está el dia de oy: y pues gozava de Dios y de su sabiduria; cierto Examen es, que no ternia ignorancia de nada, sino que tuvo tanta sciencia infusa, quanta cavia en su capacidad natural: pero con esto es cierto, que assi como la gloria no se communicava a los instrumentos del cuerpo (por la razon de la redempcion del genero humano) tan poco la sabiduria infusa, por no estar el celebro dispuesto ni organizado con las calida des y sustancia que son necessarias para que el anima con tal instrumento pudiesse discurrir y philosophar. Porque si nos acordamos de lo que enel principio desta obra dixi mos, las gracias gratis-datas, que Dios reparte entre los hombres, piden ordinariamente, que el instrumento con que se an de excercitar, y el subjeto en que se an de recebir, tengan las calidades naturales que cada don ha menester. y es la causa, ser el anima racional acto del cuerpo, y no obrar sin aprovecharse de sus instrumentos corporales.


23 - Johann Huart's Prüfung der Köpfe zu den Wissenschaften /

Jch wünschte, neugieriger Leser, daß ich auf eben diese Art auch mit dir verfahren könnte. Jch wollte, daß ich anfangs das Talent deines Genies entdecken und untersuchen könnte, damit ich dich, wenn es so beschaffen wäre, als es die gegenwärtige Lehre erfordert, von den gemeinen Genies absondern, und dir im Geheim solche neue und so besondre Wahrheiten entdecken könnte, als du nimmermehr geglaubt hast, daß sie einem Menschen in den Sinn kommen könnten. Da aber dieses nicht angeht, indem dieses Werk zum allgemeinen Gebrauch an das öffentliche Licht treten soll, so werde ich dich freylich nicht anders als stutzig machen können. Denn bist du eines von den gemeinen und pöbelhaften Genies, so wirst du dir, wie ich gar wohl weiß, die Meynung nicht benehmen lassen, daß schon vor langer Zeit von den Alten die Wissenschaften insgesammt erfunden und zur Vollkommenheit wären gebracht worden; und zwar aus dem seichten Grunde: weil in den Gegenständen selbst seitdem nichts neues vorgefallen sey, so könne man auch nichts mehr davon sagen, als das, was sie schon gesagt hätten. Wenn du also vielleicht diese Meynung hegen solltest, so bleib nur hier stehen, und erspare dir die Mühe weiter zu lesen; weil du nur das Mißvergnügen haben möchtest, in der Folge bewiesen zu sehen, was du für ein elendes Genie habest. Bist du aber verständig, überlegend und geduldig, so will ich dir drey vollkommen richtige Grundsätze sagen, welche wegen ihrer Neuigkeit deine Bewunderung verdienen. Der erste ist dieser: von allen verschiednen Gattungen des Genies, die unter dem menschlichen Geschlechte Statt haben können, kannst du nur eine einzige vorzüglich besitzen; dieNatur müßte denn zur Zeit, als sie dich bildete, sehr stark gewesen seyn, und alle ihre Kräfte zusammen genommen, und dir deren zwey oder drey gegeben haben; oder sie müßte ganz und gar ohnmächtig gewesen seyn, daß sie dich dumm und von allen Arten des Genies insgesammt entblößt gelassen hätte †). Derzweyte ist dieser: einer jeden Gattung desGenies ist nur eine einzige WissenfchastWissenschaft vorzüglich gemäß; so daß, wenn du nicht gleich diejenige wählest, welche sich zu deiner natürlichen Fähigkeit schickt, du es in allen übrigen zu nichts bringen wirst, wenn du auch Tag und Nacht darüber studiertest. Derdritte ist dieser: wenn du nun entdeckt hast, welche Wissenschaft deinem Genie am gemässesten sey, so ist noch eine Schwierigkeit übrig, die Schwierigkeit nämlich auszumachen, ob sich deine Fähigkeit mehr zur Theo=

†) Der Verfasser hat bey dieser Stelle die Anmerkung hinzu gesetzt, daß „in Spanien die Natur nicht mehr, als zwey, und in Griechenland nicht mehr als drey verschiedne Arten des Genies mit einander verbinden könne;“ jedoch hat er es nicht für nöthig gehalten, den Grund von seiner Grille hier anzuführen. E.

rie als zur Ausübung dieser Wissenschaft schickt; denn diese zwey sind in allen Theilen der Gelehrsamkeit einander so entgegen, und erfordern so verschiedne Genies, daß eines das andere schwächt, als ob sie in der That von ganz widriger Natur wären. Diese drey Sätze, †) ich bekenne es selbst, klingen hart: doch andre Sachen sind noch schwieriger und noch schwerer zu begreifen, die man gleichwohl nicht in Zweifel ziehen oder gar verwerfen darf. Denn da GOtt der Urheber der Natur war und sahe, daß diese, wie ich oben gesagt, dem Menschen nur eine Gattung des Genies, wegen der untereinder streitenden Beschaffenheiten derselben, geben könne; so bequemte er sich nach ihr, und theilte auch von den übernatürlichen Gnadengaben einem Menschen nicht mehr, als eine in einem hohen Grade mit.Es sind mancherley Gaben, aber es ist ein Geist. Es sind mancherley Aemter, aber es ist ein Herr. Und es sind mancherley Kräfte, aber es ist ein GOtt, der da wirket alles in allen. Jn einem jeglichen erzeigen sich die Gaben des Geistes zum gemeinen Nutz. Einem wird gegeben durch den Geist zu reden von der Weisheit, dem andern wird gegeben zu reden

†) Jn den Zusätzen wird der Leser eine kurze Prüfung dieser, als Grundsätze von dem Verfasser angenommenen Meynungen finden.

E.von der Erkenntniß, nach demselbigen Geist. Einem andern der Glaube in demselbigen Geist; einem andern die Gabe gesund zu machen, in demselbigen Geist. Einem andern Wunder zu thun, einem andern Weissagung, einem andern Geister zu unterscheiden, einem andern mancherley Sprachen, einem andern die Sprachen auszulegen. Dieß aber alles wirkt derselbige einige Geist, und theilt einem jeglichen seines zu, nachdem er will. (1. Corinth. XII.)


24 - Johann Huart's Prüfung der Köpfe zu den Wissenschaften /

Wenn man nunmehr weiß, in welchem Alter man die Wissenschaften erlernen müsse, so ist es nöthig, sich nach einem Orte umzusehen, wo nichts als Gelehrsamkeit getrieben wird, dergleichen die Universitäten sind. Der Jüngling muß das väterliche Haus verlassen, weil die Schmeicheleyen, die ihm seine Mutter, sein Geschwister, seine Anverwandte und Freunde, welche mit ihm nicht einerley Wissenschaft treiben, erzeigen, kein geringes Hinderniß in seinem Studiren sind. Dieses siehet man deutlich an den Studirenden, welche an den Orten gebohren sind, wo es Universitäten giebt. Keiner von ihnen, oder es wäre ein grosses Wunder, wird sehr gelehrt werden. Diesem aber ist leicht abzuhelfen, wenn man die Universitäten verwechselt, und die, welche in Salamanca gebohren sind, nach Alcale, die aber, welche in Alcale gebohren sind, nach Salamanca auf die Hoheschule schickt. Daß ein junger Mensch seine Heymath verlasse, groß und gelehrt zu werden, ist ein sehr wichtiger Punkt. Diese Aenderung des Orts muß ihm mehr Vortheile bringen, als ihm ein Lehrmeister in der Welt schaffen kann; besonders wenn er sieht, daß er nunmehr aller väterlichen Nachsichten und Verzärtlungen beraubet ist. Gehe aus deinem Vaterlande, sagte GOtt zu dem Abraham, (1. Buch M. 12.)und von deiner Freundschaft und aus deines Vaters Hause, in ein Land, das ich dir zeigen will; Und ich will dich zum grossen Volk machen, und will dich segnen. Eben dieses sagt GOtt zu allen Menschen, welche nach Tugend und Weisheit streben. Denn ob er sie gleich in ihrem Vaterlande segnen könnte; so will er doch, daß die Menschen die Mittel, die er ihnen vorgeschrieben hat, gebrauchen, und die Weisheit nicht von seiner unmittelbaren Gnade erwarten sollen. Bey diesem allen aber wird voraus gesetzt, daß der Mensch ein gutes Genie habe: denn wenn er das nicht hat, so wird ein Vieh nach Rom reisen und ein Vieh wie derkommen. *) Was hilft es, daß ein Unfähiger nach Salamanca, des Studirens halber, reiset? Fähigkeit und Verstand zu haben, wird ihn kein Meister lehren, und wie er sie haben könne, wird er von keinem Katheder hören.


25 - Johann Huart's Prüfung der Köpfe zu den Wissenschaften /

Jn gleicher Absicht erzählt Hippokrates, (in dem Briefe an den Damaget) daß er

*) Man muß wissen, wie weit sich die Grenzen jeder Wissenschaft erstrecken, und welche Fragen dahin einschlagen.

einstmals jenen grossen Weltweisen, den Demokrit, besucht, und sich mit ihm von den Meynungen unterredet habe, die der Pöbel von der Arzeneykunst heget, indem er, sobald er sich gesund siehet, behauptet, GOtt habe ihn gesund gemacht, ohne dessen Willen die geschickteste Sorgfalt des Arztes ganz umsonst wäre. Diese Art zu urtheilen ist so alt, und so unzähligmal von den Naturforschern widerlegt worden, daß es sehr überflüssig, ja einigermassen nachtheilig seyn würde, wenn ich mich, hier sie gänzlich abzuschaffen, bemühen wollte: weil es in der That besser ist, daß der Pöbel, der die nächsten Ursachen einer jeden Wirkung nicht weiß, die allgemeine Ursache, den Willen GOttes anführet, als daß er eine Ungereimtheit vorbringt. Unterdessen habe ich mich doch, mehr als einmal, den Grund auszuforschen bestrebt, warum das gemeine Volk so gar gerne alle Dinge gleich GOtt zuschreibt, die Natur verläßt, und alle natürliche Mittel, deren sich die Allmacht bedient, übersieht. Jch weiß nicht, ob ich es getroffen habe; so viel aber läßt sich leicht begreiffen, daß der Pöbel, weil er nicht weiß, welche Wirkungen er unmittelbar GOtt, und welche er der Natur zuschreiben soll, beynahe gedrungen ist, so zu reden. Erstlich, weil die Menschen größtentheils sehr ungeduldig sind. Sie sehen nichts lieber, als wenn das, was sie verlangen, sogleich geschieht, und haben selten kaltes Blut genug, die natürlichen Mittel ruhig abzuwarten, welche sich sehr weit erstrecken, und ihre Wirkungen nur mit der Folge der Zeit äussern. Sie wissen, daß GOtt allmächtig ist, und daß er in einem Augenblicke alles schaffen kann, was er will; und nach den Beyspielen, welche ihnen ihr Gedächtniß darbietet, verlangen sie eben so unmittelbar gesund, wie der Gichtbrüchtige; weise, wie Salomo; reich, wie Hiob; und, wie David, von ihren Feinden befreyet zu werden. Zweytens sind wir Menschen ein vermessenes und stolzes Geschöpfe. Es giebt nicht wenige, welche sogar verlangen, GOtt solle ihnen eine besondere Gnade, nicht eine so allgemeinnützige erzeigen, als etwa der Gebrauch der Sonne ist, die er über Gute und Böse aufgehen läßt; weil ihnen die Wohlthaten desto grösser scheinen, je wenigern sie erwiesen werden. Daher kömmt es, daß gewisse Leute Oertern, welche der Andacht gewidmet sind, Wunder, die daselbst geschehen seyn sollen, andichten. Der Pöbel besucht sie, und er verehrt sie als Personen, mit welchen GOtt eine besondre Rechnung hat, und theilt ihnen, wenn sie arm sind, reichliche Allmosen mit, so, daß ihr Aberglaube jenen zum Wucher wird. Drittens sind die Menschen sehr zur Bequemlichkeit geneigt; die natürlichen Ursachen aber sind so geordnet und so an einander gekettet, daß man nicht ohne Mühe zu ihren Wirkungen gelangen kann. Sie wollen also, daß GOtt mit ihnen nach seiner Allmacht handle, und daß ihre Wünsche oh ne ihren Schweiß erfüllt werden. Der Bosheit derjenigen will ich hier nicht gedenken, welche von GOtt Wunder verlangen, um seine Allmacht auf die Probe zu stellen, und zu sehen, ob er sie thun kann; oder um Feuer vom Himmel und andre grausame Strafen bitten, ihr rachbegieriges Herz zu befriedigen. Endlich will der größte Theil des Pöbels sehr fromm seyn. Er dringt auf die Verherrlichung GOttes, und glaubt, daß diese weit eher durch Wunder, als durch natürliche Wirkungen erlangt werde. Er weiß aber nicht, daß GOtt nur alsdenn übernatürliche Begebenheiten verrichtet, wenn er seine Allmacht an denjenigen, die sie nicht erkennen, beweisen, oder seine Lehre bestärken will; und daß ausser diesen Fällen sich GOtt natürlicher Mittel bedient. *) Dieses läßt sich leichtlich daher begreifen, weil GOtt heut zu Tage keine Wunder mehr thut, wie er in dem alten Testamente und zu Anfange des neuen gethan hat. Er thut sie aber deßwegen nicht mehr, weil er nunmehr auf seiner Seite alle Vorsorge angewandt hat, daß die Menschen ihre Unwissenheit nicht mehr vorwenden können. Zu glauben aber, GOtt werde eben die Beweise noch einmal führen, und werde seine Lehre mit neuen Wundern, z. E. durch Erweckung der

*) Und der Herr wirkte mit ihnen, und bekräftigte ihr Wort durch mitfolgende Zeichen. Marci am letzten.

Todten, durch Sehendmachung der Blinden, durch Heilung der Lahmen nnd Gichtbrüchtigen, aufs neue bestärken, ist ein sehr grosser Jrrthum, weil GOtt, was den Menschen zu wissen nöthig ist, nur einmal lehrt, und nur einmal mit Wundern beweiset, ohne sie jemals zu wiederholen. *) Jch weiß kein Merkmal, aus welchem man sicherer schliessen könnte, daß ein Mensch keine Fähigkeit zur Naturlehre habe, als wenn man siehet, daß er geneigt ist, aus allen Sachen ohne Unterschied Wunderwerke zu machen: da man im Gegentheile demjenigen, welcher nicht eher ruhet, als bis er die besondre Ursache einer Wirkung entdecket hat, das dazu erforderliche Genie sicher zutrauen kann. Dieser weiß, daß es Wirkungen giebt, mit welchen man unmittelbar auf GOtt zurück gehen muß, dergleichen die Wunder sind; daß es aber weit mehrere giebt, die ihre bestimmten Ursachen haben, die man also aus der Natur erklären muß, ob man gleich in diesem Falle sowohl als in jenem nur GOtt zum ersten Urheber angiebt. Wenn daher Aristoteles sagt: GOtt und die Natur thun nichts umsonst; so ist seine Meynung nicht, als wäre die Natur eine von GOtt abgesonderte und mit ihm gleich allgemeine Ursache. Er verstehet vielmehr unter der Natur diejenige Ordnung, welche GOtt in der Welt festgesetzt hat, und

*) Semel loquitur Deus, et secundo id ipsum non repetit. Hiob 33, 14.

nach welcher die Ursachen und Wirkungen so verbunden sind, als es die Erhaltung der Welt erfordert. Auf eben die Art sagt man: der König und das Gesetz thun niemanden Unrecht. Hier heißt das Gesetz nicht etwas gewisses, welches mit dem Könige, ohne von ihm abzuhängen, die oberste Gewalt zugleich führet; sondern es ist nichts, als der Name, welcher alle Gesetze und Verordnung unter sich begreift, die der König zur Erhaltung der Ruhe in seinemStaate hat bekannt machen lassen. Wie sich also der König gewisse Fälle vorbehalten hat, welche durch das Gesetz nicht entschieden werden können, weil sie allzu besonders und wichtig sind; eben so hat sich GOtt die wunderbaren Wirkungen vorbehalten, welchen er natürliche Ursachen weder geben konnte, noch wollte. Hier muß man aber wohl merken, daß es nur eine Sache für einen sehr grossen Naturforscher sey, die übernatürlichen Wirkungen zu erkennen, und sie von den natürlichen zu unterscheiden, weil er die bestimmten Ursachen aller und jeder Wirkungen kennen muß; welches aber gleichwohl noch nicht genug ist, wenn nicht die rechtgläubige Kirche dasjenige, was er für Wunder erkennet, gleichfalls für Wunder annimmt. DieNaturlehrer müssen eben das thun, was die Rechtsgelehrten thun. *) Diese lesen das bürgerliche

*) Die Unwissenheit in der Naturlehre macht Wunder, wo keine sind.

Gesetz und drücken es ihrem Gedächtnisse fest ein, damit sie in dem oder jenem Falle untrüglich wissen mögen, was des Königs Wille sey; jene bestreben sich die Ordnung und Folge zu erkennen, welche GOtt, gleich von dem ersten Tage der Schöpfung an, in der Welt feststellte, damit sie die Art einsehen können, nach welcher er eine Wirkung aus der andern hat wollen entspringen lassen. Wie es also sehr lächerlich wäre, wenn ein Rechtsgelehrter in seinen Schriften als etwas ausgemachtes anführte, der König wolle diesen oder jenen Fall so und nicht anders entschieden wissen, ohne das Gesetz zu nennen, nach welchem er entschieden werden muß; eben so lächerlich kömmt es den Naturforschern vor, wenn sie jemanden sagen hören: dieses oder jenes Werk ist von GOtt, ohne daß er die Reihe der besondern Ursachen, aus welchen es entspringen kann, angiebt. Und wie der König denjenigen nicht erhören will, welcher von ihm die Abschaffung eines gerechten Gesetzes, oder die Entscheidung eines Falles wider die Art, nach welcher er will, daß in den Gerichten entschieden werden soll, bittet; so will auch GOtt denjenigen nicht erhören, welcher ohne Noth Wunder oder Thaten, die in dem Zusammenhange der Welt ihren Grund nicht haben, verlangt. Denn obgleich ein König fast alle Tage Gesetze giebt und aufhebt, und die gerechtlichen Verfahrungen ändert, theils, weil sich die Umstände der Zeit ändern, theils, weil die menschliche Klug heit viel zu schwach ist, als daß sie gleich auf das erstemal alles nach der schärfsten Wahrheit und Gerechtigkeit anordnen sollte; so hat doch der einmal von GOtt festgesetzte Zusammenhang, nach welchem in der Welt eins aus dem andern folgt, und welchen wir die Natur nennen, nicht nöthig, daß er nur in dem geringsten Stücke aufgehoben oder verändert werde, weil ihn GOtt mit einer so unendlichen Weisheit angeordnet hat, daß derjenige, welcher von ihm etwas ausser und wider diesen Zusammenhang zu thun bittet, durch diese Bitte sein Werk für unvollkommen erkläret.


26 - Johann Huart's Prüfung der Köpfe zu den Wissenschaften /

Diejenigen, welche es für ein Kunststück des Teufels ausgeben, daß jene phrenetische Kranke die Tugenden und Laster derjenigen, die sie zu besuchen kamen, zu sagen gewust, sollen wissen, daß GOtt manchem Menschen die übernatürliche Fähigkeit zu erkennen, welche Werke von GOtt, und welche von dem Teufel sind, ertheilt. Diese Gabe rechnet Paulus unter die göttlichenGnadengaben, und nennt sie διακρισιν πνευμα-των, weil man durch sie erkennet, ob es ein böser oder ein guter Engel sey, welcher uns treibet. Denn da uns oft der Teufel unter der Gestalt eines guten Engels zu verführen sucht, so ist diese übernatürliche Gabe höchst nöthig, um ihn von den guten Engeln zu unterscheiden. Diese übernatürliche Gabe aber anzunehmen, sind diejenigen, welche kein Genie zur Naturforschung haben, weit ungeschickter, als alle andre, weil diese Wissenschaft und jene von GOtt ertheilte übernatürliche Gabe einerley Vermögen, nämlich den Verstand betreffen: wenn es anders wahr ist, daß sich GOtt meistentheils, wie ich oben gesagt habe, in Austheilung seiner unmit telbaren Gnade, nach der natürlichen Fähigkeit eines jeden richtet.


27 - Johann Huart's Prüfung der Köpfe zu den Wissenschaften /

Nur eine einzige Schwierigkeit findet sich bey dem Gespräche des reichen Mannes mit dem Abraham, diese nämlich: wie es möglich gewesen sey, daß die Seele des Abrahams weit feinere Gründe hat vorbringen können, als die Seele des Reichen, da wir doch in dem Vorhergehenden behaupten, daß die vernünftigen Seelen, wenn sie den Körper verlassen haben, alle von gleicher Vollkommenheit und von gleicher Weisheit sind? Diesem Zweifel kann man auf zweyerley Art begegnen. Erstlich damit, daß die Weisheit und Fähigkeit, welche die Seele während ihres Aufenthalts imKörper erlangt hat, nach dem Tode des Menschen nicht verloren geht. Die Seele des Abrahams kam sehr weise und voller Geheimnisse und Offenbarungen, deren sie GOtt wegen derFreundschaft, die er gegen sie trug, gewürdiget hatte, aus diesem Leben: die Seele des Reichen aber mußte nothwendig sehr dumm aus dem Körper gekommen seyn, sowohl wegen der Sünde, welche die Ursache der Unwissenheit in dem Menschen ist, als wegen des Reichthums, dessen Wirkungen gleich das Gegentheil von den Wirkungen der Armuth sind; diese nämlich macht den Menschen, wie wir oben bewiesen haben, sinnreich, das gute Glück aber schwächt die Schärfe des Verstandes. †) Die zweyte Antwort kann nach unserer Lehre diese seyn: die Materie, worüber diese zwey Seelen stritten, gehört in die scholastischeTheologie; sie betraf nämlich die Fragen, ob in der HölleGnade Statt finden könne? ob es möglich sey, daßLazarus aus dem Ort der Seelenreinigung in die Hölle hinübergehen könne? und ob es zuträglich sey, daß man einen Todten in die Welt zurücksende, welcher die Lebenden von den Martern der Verdammten belehre? Alle diese Fragen, sage ich, gehören in die scholastische Theologie, und ihre Entscheidung hänget von dem Verstande ab, wie wir im Folgenden beweisen werden. Nichts aber ist dem Verstande mehr zuwider, als die unmässige Hitze, von welcher die Seele des Reichen nicht wenig gefoltert ward; dahingegen die Seele des Abrahams in einem sehr gemässigten Ort war; wo sie Trost und Erquickung genoß. War es also ein Wunder, daß sie weit besser dachte und schloß? Aus dem allen folgern wir nunmehr, daß die vernünftige Seele und der Teufel sich der körperlichen Beschaffenheiten zu ihren Verrichtungen bedienen; daß sie sich bey einigen von diesen Beschaffen

†) Der V. bemerkt nicht, daß er hier etwas behauptet, was seiner Meynung, nach welcher alle Seelen, wenn sie den Körper verlassen haben, von gleicher Vollkommenheit seyn sollen, gänzlich widerspricht. E.

heiten wohl befinden, andere aber durchaus nicht leiden können, und also an einigen Orten, ohne daß sie deswegen vergänglich sind, gern bleiben, einige aber durchaus fliehen.


28 - Johann Huart's Prüfung der Köpfe zu den Wissenschaften /

Wenn also GOtt einen grossen und zierlichen Redner hätte wählen wollen, und dieser Redner wäre nach Athen, oder nach Rom gekommen, daselbst zu behaupten: in Jerusalem hätten die Juden einen Menschen gekreuziget, welcher wahrhafter GOtt sey, und eines freywilligen selbsterwählten Todes gestorben wäre, dieSünder zu erlösen; er sey am dritten Tage wieder auferstanden, und gen Himmel gefahren, wo er noch wäre: was würden die Zuhörer wohl gedacht haben? Würden sie nicht gedacht haben, dieser Satz wäre einer von den nichtigen Thorheiten, wovon sie ein Redner durch die Stärke seiner Kunst überreden wolle? Daher sagt auch der H. Paulus: (1 Corinth. I. 17.)Christus hat mich nicht gesandt zu taufen, sondern das Evangelium zu predi= gen: nicht mit klugen Worten, auf daß nicht das Kreutz Christi zunichte werde; das ist, damit nicht die Zuhörer denken sollten, das Kreutz Christi sey einer von den eiteln Sätzen, an welchen die Redner ihre Geschicklichkeit zu überreden wollten sehen lassen. Das Genie des H. Paulus war auch hierzu gar nicht geschickt. Er hatte zwar einen grossen Verstand, womit er sowohl in den Synagogen, als unter den Heiden behaupten und vertheidigen konnte, daß Christus der in dem Gesetze versprochene Messias sey, und daß sie keinen andern zu erwarten hätten; allein es fehlte ihm an demjenigen Gedächtniß, dadurch er mit Anmuth und mit ausgesuchten und süssen Worten hätte reden können; welches sich zur Ausbreitung des Evangeliums auch gar nicht geschickt hätte. Hiermit aber will ich nicht behaupten, Paulus habe nicht die Gabe mit Sprachen zu reden gehabt, sondern nur das behaupte ich, daß er in allen andern Sprachen nicht anders als in seiner geredt habe. Jch bin auch so unverständig nicht, daß ich sagen sollte, dem Paulus wäre zur Vertheidigung des Namens Christi sein natürlich grosser Verstand hinlänglich gewesen, ohne daß er den besondern Beystand oder die übernatürlichen Gnadengaben, mit welchen ihn GOtt ausrüstete, hätte nöthig gehabt: dieses nur sage ich, daß die übernatürlichen Gaben besser wirkten, da sie auf ein gutes Naturell fielen, als sie würden gewirkt haben, wenn der Mensch an sich selbst dumm und albern gewesen wäre. *) Auf diese Lehre gründet sich der h. Hieronymus, wenn er in der Einleitung in die Propheten Jesaias und Jeremias die Frage aufwirft: warum der H. Geist, ob er gleich eben sowohl durch den Mund des Jeremias, als des Jesaias geredt habe, sich bey dem einen mit aller möglichen Zierlichkeit ausdrücke, da der andere kaum reden könne? Er antwortet auf diesen Zweifel: der H. Geist habe sich nach eines jeden Natur gerichtet, ohne durch die übernatürlichen Gnadengaben ihr Genie zu verändern, oder sie die Ausdrücke zu lehren, in welchen sie ihre Prophezeyhungen kund machen sollten. Man darf nur wissen, daß Jesaias aus einem angesehenen und vornehmen Geschlechte war; daß er in Jerusalem ist auferzogen worden, und am Hofe gelebt hat; daß er also gar leicht die Gabe, zierlich und angenehm zu reden, hat haben können. Jeremias hingegen war auf einem Dorfe, nicht weit von Jerusalem, Namens Anathot, gebohren; er war in seinem Betragen einfältig und rauh, so wie ein Bauer seyn kann, und also bediente sich auch der Heilige Geist bey den Prophezey

*) Obgleich die Epistel an die Hebräer in der That von dem h. Paulus ist, so haben sich dennoch nicht wenige gefunden, die sie für das Werk eines andern ausgegeben haben, weil die Schreibart darinnen von der Schreibart des H. Paulus ganz unterschieden ist. Die Kirche aber hat diese Meynung für eine Ketzerey erklärt.

hungen, die er ihm mittheilte, eines einfältigen und rauhen Ausdrucks. Eben dieses ist auch von den Briefen des heil. Paulus zu verstehen, welchen der heilige Geist zwar in so weit erfüllte und lenkte, daß er nicht irren konnte, dem er aber völlige Freyheit ließ, so zu reden, wie er natürlicher Weise redete, und wie es die Lehre, die er vortrug, erforderte; weil die Wahrheit der scholastischenTheologie die vielen Worte verabscheuet.


29 - Johann Huart's Prüfung der Köpfe zu den Wissenschaften /

Eben diejenigen, bey welchen gedachte Verbindung der Einbildungskraft und des Gedächtnisses ist, wagen sich mit vielem Muthe an die Erklärung der h. Schrift, weil sie glauben, das viele Hebräische, Griechische und Lateinische müsse sie nothwendig auf den rechten Weg weisen, den wahren Sinn des Buchstabens zu erreichen. Allein die guten Leute betrügen sich: erstlich, weil die Worte und Redensarten des heiligen Textes ganz andere und mehrere Bedeutungen haben, als in welchen sie etwas Cicero in seinen Werken braucht; zweytens, weil ihnen der Verstand fehlt, welches diejenige Fähigkeit ist, durch welche es bestätiget werden muß, ob ein Sinn katholisch ist, oder von der Wahrheit abweicht; und welche aus zwey oder drey verschiedenen Meynungen, durch Beyhülfe einer übernatürlichen Gnade, diejenige erwählen muß, welche die wahrhafteste und rechtgläubigste von allen ist.


30 - Johann Huart's Prüfung der Köpfe zu den Wissenschaften /

*) Da es aber GOtt wohlgefiel, der mich von meiner Mutterleibe hat ausgesondert und berufen durch seine Gnade, daß er seinen Sohnoffenbarte in mir. Gal. I. 15.