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1 - Reflexions sur comique-lamoryant /

Quelque impoſant que pa roiſſe ce raiſonnement, il ſuffit, pour le renverſer, de vous accorder vos principes & d'en nier la conſéquen ce. Il eſt vrai que toutes les produc tions de génie ont, pour ainſi dire, leurs tâtonnemens, juſqu'à ce qu'el les ſoient arrivées à leur perfection; mais il eſt également certain que pluſieurs y ſont parvenues, tels que le Poëme épique, l'Ode, l'Eloquen ce & l'Hiſtoire. Homere, Pindare, Démoſthenes & Theucidides, ont été les Maîtres de Virgile, d'Horace, de Ciceron & de Tite-Live. L'autorité réunie de ces grands hommes a fait loi; & cette loi a depuis été adoptée par toutes les Nations ſavantes, qui n'ont crû de voir attacher la perfection qu'à l'imi tation exacte de ces anciens mo- deles. Or, s'il eſt vrai que l'eſſence de ces diverſes productions eſt auſſi invariablement fixée qu'elle peut l'être par les autorités les plus reſ- pectables, par quelle raiſon particu liere ſeroit-il plus libre de chan ger celle de la Comédie, également conſacrée par l'approbation univer- ſelle?


2 - Betrachtungen über das weinerlich Komische /

So übertäubend als dieser Einwurf zu seyn scheinet, so braucht es, ihn übern Haufen zu stossen, doch weiter nichts, als daß man die Grundsätze desselben zugiebt, und die daraus gemachte Folgerung leugnet. Es ist wahr, daß alle Geburthen des Genies, so zu reden, ihr Tappen haben, bis sie zu ihrer Vollkommenheit gelangt sind; allein, es ist auch eben so gewiß, daß verschiedne von denselben, sie schon erreicht haben, als das epische Gedichte, die Ode, die Beredsamheit und die Historie. Homer, Pindarus,Demosthenes und Thucydides sind die Lehrmeister des Virgils, des Horaz, des Cicero und des Livius gewesen. Das vereinigte Ansehen dieser grossen Männer ist zum Gesetze geworden; und dieses Gesetz haben hernach alle Nationen angenommen, und die Vollkommenheit einzig und allein an die genaue Nachahmung dieser alten Muster gebunden. Wenn es also nun wahr ist, daß das Wesen dieser verschiednen Werke so unveränderlich festgestellet ist, als es nur immer durch die aller verehrungswürdigsten Beyspiele festgestellet werden kann; aus was für einer besondern Ursache sollte es denn nur vergönnet seyn, das Wesen der Komödie zu ändern, welches durch die allgemeine Billigung nicht minder geheiliget ist.


3 - Des Abts du Bos Ausschweifung von den theatralischen Vorstellungen der Alten /

Als nun, sagt Plutarchus,Philippus die Schlacht gewonnen hatte, warder so ausserordentlich vergnügt darüber, daß ihnseine Freude bis zu Ausschweifungen brachte. Denn nachdem er mit seinen Freunden wackergetrunken hatte, begab er sich in ihrer Gesellschaft auf das Schlachtfeld, und fieng ausSpötterey den Anfang des Decrets an zu singen, welches Demosthenes wider ihn herausgebracht, und dem zu Folge die Athenienser denKrieg wider ihn beschlossen hatten:Demosthenes, der Sohn des Demosthenesaus Päanea etc. wobey er seine Stimmeerhob, und den Takt bey jedem Abschnitte dazu schlug. Als er aber wieder nichtern worden(*) Im Leben des Demosthenes, Hauptst. 5.du Bos,war, und der Gefahr, in welcher er sich befunden, ein wenig nachgedacht hatte, standenihm die Haare zu Berge.

4 - Des Abts du Bos Ausschweifung von den theatralischen Vorstellungen der Alten /

Auch sehen wir, daß sich Quintilian über diejenigen Lehrer der Beredsamkeit ereifert, welcheihre Schüler eben so singen und declamiren liessen, als man auf den<dem> Theater declamire. Ererzürnt sich über diejenigen Redner, die sich inden Gerichtsstuben auf gleiche Art hören liessen. (**) Und doch ist kein eigensinniger Abscheugegen die Komödianten daran Schuld, daß er denRednern die theatralische Declamation untersagt. Quintilian war ihnen eben so wenig abgeneigt, als Cicero. Er erzehlt uns, Demosthenes habees dem Komödianten Andronicus zu danken gehabt, daß er so wohl declamiren können. Ererlaubt nicht nur einem jungen Menschen, welcher es in der Beredsamkeit zu etwas bringen(*) Florid. lib. 3.(**) Quint. Inst. lib. XI. cap. 3.du Bos,wolle, die Kunst der Gebehrden zu erlernen, sondern ist es auch gar wohl zufrieden, daß er sicheinige Zeit von einem Komödianten unterweisenlasse, und unter ihm die Aussprache studire. Dandum aliquid Comœdo quoque, dum eatenus quatenus pronuntiandi scientiam futurusOrator desiderat. (*) Auch sagt es Quintiliannoch an einem andern Orte, daß sein Schülersich verschiednes von einem Komödianten müssezeigen lassen. Debet etiam docere Comœdusquomodo narrandum. &c. (**)


5 - Examen de in genios para las Sciencias /

BIen pensava Ciceron, que para que su hijo Marco saliesse (en aquel genero de letras que avia escogido) tal qual el desseava, que bastava embiarle a un estudio tan famoso y celebrado por el mundo como el de Athenas, y que ruviesse por maestro a Cratippo el mayor Philosopho de aquellos tiempos, y tenerle en una civdad tan popu Examenlosa, donde por el gran concurso de gentes que alli acudian: necessariamente auria muchos exemplos y casos estraños que le enseñassen por experiencia cosas tocantes a las letras que aprendia. Pero con todas estas diligencias y otras muchas mas que como buen padre haria (comprandole libros, y escriviendole otros de su propria invencion) cuentan los historiadores que salio un gran necio, con poca eloquencia y menos Philosophia (cosa muy usada entre los hombres pagar el hijo la mucha sabiduria del padre.) Realmente devio de ymaginarCiceron que aunque su hijo no vuiera sacado de las manos da naturaleza, el ingenio y habilidad que la eloquencia y philosophia pedian, que con la buena industria de tal maestro, y los muchos libros y exemplos de Athenas, y el continuo trabajo del moço, y esperar enel tiempo, se emendarian las faltas de su entendimiento. Pero en fin vemos que se engaño: de lo qual no me maravillo, porque tuvo muchos exemplos a este proposito que le animaron a pensar que lo mesmo podria acontescer en su hijo. Y assi cuenta el mesmo Ciceron (lib. de fato.) que Xenocrates era de ingenio muy rudo para el estudio de la Philosophia natural y moral, de quien dixo Platon que tenia un discipulo que avia menester espuelas: y con la buena indu stria de tal maestro, y conel continuo trabajo de Xenocrates, salio muy gran Philosopho. Lo mesmo escrive de Cleante, que era tan De Ingenios. estulto y mal razonado, que ningun maestro lo queria recebir en su escuela. De lo qual corrido y affrentado el moço, trabajó tanto en las letras; que le vinieron a llamar de spues, el segundo Hercules en sabiduria. No menos disparate parecio el ingenio de Demosthenes para la eloquencia, pues de mochacho ya grandezillo, dizen que no sabia hablar: y trabajando con cuydado en el arte, y oyendo de buenos maestros, salio el mayor orador del mundo: en especial (cuenta Ciceron) que no podia pronunciar la R, porque era algo balbuciente, y con maña la vino despues tambien a articular, como si jamas vuiera tenido tal vicio. De donde tuvo origen el refran; que dize, ser el ingenio del hombre para las sciencias, como quien juega a los dados, que si en la pinta es desdichado, monstrandose con arte a hincarlos en el tablero, viene a emendar su mala fortuna. Pero ningun exemplo destos que trae Ciceron dexa de tener muy conveniente respuesta en mi doctrina, porque (como adelante provaremos) ay rudeza en los mochachos que arguye mayor ingenio en otra edad, que tener de niños habilidad: antes es indicio de venir a ser hombres necios, commençar luego a raciocinar y ser avisados: porque si Ciceron alcançara las verdaderas señales con que se descubren los ingenios en la primera edad, tuviera por buen indicio, ser Demosthenes rudo y tardo enel hablar, y tener Xenocrates necessidad Examen de espuelas quando estudiava. Yo no quito al buen maestro al arte y trabajo, su virtud y fuerças de cultivar los ingenios, assi rudos como habiles: pero, lo que quiero dezir es, que si el mochacho no tiene de suyo el entendimiento preñado de los preceptos y reglas determinadamente de aquel arte que quiere aprender, y no de otra ninguna, que son vanas diligencias las que hizo Ciceron con su hijo, y las que hiziere qualquiera otro padre con el suyo. Esta doctrina entenderan facilmente ser verdadera, los que vuieren leydo en Platon (Dialogo de Scien cia,) Que Socrates era hijo de

De solo el entendimiento de Socrates se puede verificar esta cõparacion: porque enseñava preguntando, y baziaque el proprio discipulo atlasse ala doctrina sin que el se la dixesse.

una Partera (como el mesmo lo cuenta de si) y como su madre (aunque era gran maestra de parteria) no podia bazer parir a la muger que antes que viniesse a sus manos no est ava preñada. Assi el (usando el mesmo officio de su madre) no podia hazer parir sciencia a sus discipulos, no teniendo ellos de suyo el entendimien to preñado: tenia entendido que las sciencias eran como naturales a solos los hombres que tenian ingenios acomodados para ellas: y que en estos acontecia lo que veemos por experiencia en los que se han olvidado de lo que antes savian, que con solo apuntarles una palabra, por ella sacan todo lo demas. No tienen otro officio los De Ingenios. maestros con sus discipulos (a lo que tengo entendido) mas que apuntarles la doctrina: porque si tienen fecundo ingenio, con solo esto les hazen parir admirables conceptos: y sino, atormentan a si, y a los que los enseñan: y jamas salen con lo que pretenden. Yo alomenos si fuera maestro, antes que recibiera en mi escuela algun discipulo, avia de hazer con el muchas pruevas y experiencias, para descubrirle el ingenio, y

La sabiduria humana no es reminicencia, y assi condenamos ade lante à Platon porque lo dixo.

si se hallara de buen natural para la sciencia que yo profes sava, recibierale de buena gana, porque es gran contento para el que enseña, instruit a un hombre de buena habilidad: y sino, aconsejarle que estudiasse la sciencia que a su ingenio mas le convenia: pero entendido que para ningun genero de letras tenia disposicion ni capacidad, dixerale con amor y blandas palabras, Hermano mio, vos no teneys remedio de ser hombre, por el camino que aveys escogido; por vida vuestra que no perdays el tiempo ni el trabajo, y que busqueys otra manera de vivir, que no requiera tanta habilidad como las letras.


6 - Examen de in genios para las Sciencias /

BIen pensava Ciceron, que para que su hijo Marco saliesse (en aquel genero de letras que avia escogido) tal qual el desseava, que bastava embiarle a un estudio tan famoso y celebrado por el mundo como el de Athenas, y que ruviesse por maestro a Cratippo el mayor Philosopho de aquellos tiempos, y tenerle en una civdad tan popu Examenlosa, donde por el gran concurso de gentes que alli acudian: necessariamente auria muchos exemplos y casos estraños que le enseñassen por experiencia cosas tocantes a las letras que aprendia. Pero con todas estas diligencias y otras muchas mas que como buen padre haria (comprandole libros, y escriviendole otros de su propria invencion) cuentan los historiadores que salio un gran necio, con poca eloquencia y menos Philosophia (cosa muy usada entre los hombres pagar el hijo la mucha sabiduria del padre.) Realmente devio de ymaginarCiceron que aunque su hijo no vuiera sacado de las manos da naturaleza, el ingenio y habilidad que la eloquencia y philosophia pedian, que con la buena industria de tal maestro, y los muchos libros y exemplos de Athenas, y el continuo trabajo del moço, y esperar enel tiempo, se emendarian las faltas de su entendimiento. Pero en fin vemos que se engaño: de lo qual no me maravillo, porque tuvo muchos exemplos a este proposito que le animaron a pensar que lo mesmo podria acontescer en su hijo. Y assi cuenta el mesmo Ciceron (lib. de fato.) que Xenocrates era de ingenio muy rudo para el estudio de la Philosophia natural y moral, de quien dixo Platon que tenia un discipulo que avia menester espuelas: y con la buena indu stria de tal maestro, y conel continuo trabajo de Xenocrates, salio muy gran Philosopho. Lo mesmo escrive de Cleante, que era tan De Ingenios. estulto y mal razonado, que ningun maestro lo queria recebir en su escuela. De lo qual corrido y affrentado el moço, trabajó tanto en las letras; que le vinieron a llamar de spues, el segundo Hercules en sabiduria. No menos disparate parecio el ingenio de Demosthenes para la eloquencia, pues de mochacho ya grandezillo, dizen que no sabia hablar: y trabajando con cuydado en el arte, y oyendo de buenos maestros, salio el mayor orador del mundo: en especial (cuenta Ciceron) que no podia pronunciar la R, porque era algo balbuciente, y con maña la vino despues tambien a articular, como si jamas vuiera tenido tal vicio. De donde tuvo origen el refran; que dize, ser el ingenio del hombre para las sciencias, como quien juega a los dados, que si en la pinta es desdichado, monstrandose con arte a hincarlos en el tablero, viene a emendar su mala fortuna. Pero ningun exemplo destos que trae Ciceron dexa de tener muy conveniente respuesta en mi doctrina, porque (como adelante provaremos) ay rudeza en los mochachos que arguye mayor ingenio en otra edad, que tener de niños habilidad: antes es indicio de venir a ser hombres necios, commençar luego a raciocinar y ser avisados: porque si Ciceron alcançara las verdaderas señales con que se descubren los ingenios en la primera edad, tuviera por buen indicio, ser Demosthenes rudo y tardo enel hablar, y tener Xenocrates necessidad Examen de espuelas quando estudiava. Yo no quito al buen maestro al arte y trabajo, su virtud y fuerças de cultivar los ingenios, assi rudos como habiles: pero, lo que quiero dezir es, que si el mochacho no tiene de suyo el entendimiento preñado de los preceptos y reglas determinadamente de aquel arte que quiere aprender, y no de otra ninguna, que son vanas diligencias las que hizo Ciceron con su hijo, y las que hiziere qualquiera otro padre con el suyo. Esta doctrina entenderan facilmente ser verdadera, los que vuieren leydo en Platon (Dialogo de Scien cia,) Que Socrates era hijo de

De solo el entendimiento de Socrates se puede verificar esta cõparacion: porque enseñava preguntando, y baziaque el proprio discipulo atlasse ala doctrina sin que el se la dixesse.

una Partera (como el mesmo lo cuenta de si) y como su madre (aunque era gran maestra de parteria) no podia bazer parir a la muger que antes que viniesse a sus manos no est ava preñada. Assi el (usando el mesmo officio de su madre) no podia hazer parir sciencia a sus discipulos, no teniendo ellos de suyo el entendimien to preñado: tenia entendido que las sciencias eran como naturales a solos los hombres que tenian ingenios acomodados para ellas: y que en estos acontecia lo que veemos por experiencia en los que se han olvidado de lo que antes savian, que con solo apuntarles una palabra, por ella sacan todo lo demas. No tienen otro officio los De Ingenios. maestros con sus discipulos (a lo que tengo entendido) mas que apuntarles la doctrina: porque si tienen fecundo ingenio, con solo esto les hazen parir admirables conceptos: y sino, atormentan a si, y a los que los enseñan: y jamas salen con lo que pretenden. Yo alomenos si fuera maestro, antes que recibiera en mi escuela algun discipulo, avia de hazer con el muchas pruevas y experiencias, para descubrirle el ingenio, y

La sabiduria humana no es reminicencia, y assi condenamos ade lante à Platon porque lo dixo.

si se hallara de buen natural para la sciencia que yo profes sava, recibierale de buena gana, porque es gran contento para el que enseña, instruit a un hombre de buena habilidad: y sino, aconsejarle que estudiasse la sciencia que a su ingenio mas le convenia: pero entendido que para ningun genero de letras tenia disposicion ni capacidad, dixerale con amor y blandas palabras, Hermano mio, vos no teneys remedio de ser hombre, por el camino que aveys escogido; por vida vuestra que no perdays el tiempo ni el trabajo, y que busqueys otra manera de vivir, que no requiera tanta habilidad como las letras.


7 - Examen de in genios para las Sciencias /

Otro genero ay de saviduria, con rectitud, y simplicidad, con la qual conocen los hombres lo bueno y repruevan lo ma lo: el qual dize Galeno (Lib. 3. prog. com. 2.) que pertenece al entendimiento: porque en esta potencia no cave malicia, nobleza, ni astucia, y ni save como se pueda hazer mal; todo es rectitud, justicia, llaneza; y claridad. El hombre que alcança esta manera de ingenio se llama recto y simple: y assi quiriendo Demosthenes captar la benevolencia a los juezes, en una oracion que hizo contra Eschines, los llamo rectos y simples: atento a la simplicidad de su offi cio; del qual dize Ciceron, [Pro Sylla]Simplex est officium, atque una bonorumDe Ingenios.omnium causa. Para este genero de savidu ria es acomodado instrumento la frialdad y sequedad de la melancholia: pero a destar compuesta de partes subtiles y muy delicadas.


8 - Examen de in genios para las Sciencias /

Los mochachos que se tardaren mucho en el hablar, tienen humedad en la lengua, y tambien en el celebro: la qual gastada con el discurso del tiempo, vienen despues eloquentissimos, y muy habladores, por la grande memoria que se les haze, moderandose la humedad, lo qual sabemos de atras que le acontecio a aquel famoso orador Demosthenes, de quien diximos que se avia espantado Ciceron, por la rudeza que de mochacho tenia en hablar: y de grande, ser tan eloquente.


9 - Examen de in genios para las Sciencias /

Quanto daño haga a una sciencia, no poderse juntar las demas, notólo Platon , diziendo, que la perfection de cada una en particular, depende de la noticia y co nocimiento de todas: Ningun genero de letras ay, tan disparato para otro, que saberlo muy bien, no ayude a su perfection. Pero que sera, que con aver buscado esta diferencia de ingenio, con mucho cuydado, sola una he podido hallar en España. Por donde entiendo que dixo muy bien Galeno, que fuera de Grecia, ni por sueños, haze naturaleza un hombre templado, ni con el ingenio que requieren todas las sciencias. La razon desto traela el mesmo Galeno, diziendo, (Lib. 2. de sanit. tuenda,) que Grecia es la region mas templada que ay en el mundo; donde el calor del ayre no excede a la frialdad, ni la humedad a la sequedad. La qual templança, haze a los hombres prudentissimos y habiles para todas las sciencias: como parece considerando el gran numero de varones illustres, que della an salido: Socra- tes, Platon , Aristoteles, Hippocrates, Ga- leno, Theophrasto, Demosthenes, Home- ro, Tales Milesio, Diogenes Cinico, Solon, y otros infinitos sabios, de quien las histo De Ingeniosrias hazen mencion: cuyas obras hallaremos llenas de todas las sciencias: No como los escritores de otras provincias; que si escriven medicina, o qualquiera otra sciencia, por maravilla llaman las demas letras, que les den ayuda y favor. Todos son pobres y sin caudal, por no tener ingenio para todas las artes.


10 - Examen de in genios para las Sciencias /

Esto tenian bien entendido los Griegos: pues llamavan a todas las naciones del mundo Barbaras, viendo

Græcis ac Barbaris, sapientibus & insipientibus debitor sum. ad Rom. c. 1.

su inhabilidad, y poco saber. Y assi veemos que quantos nacen, y estudian fuera de Grecia, si son Philosophos, ninguno llega a Platon , y Aristoteles; si medicos, a Hippocrates, y Galeno; si ora dores, a Demosthenes; si poëtas, a Home rus: Y assi en las demas sciencias y artes, siempre los Griegos an tenido la primacia, sin ninguna contradiction. Alomenos el problema de Aristoteles se verifica bien en los Griegos: porque realmente, son los mas hermosos hombres del mundo, y de mas alto ingenio; sino que han sido desgraciados, oprimidos con armas, subjectos, y maltratados por la venida del Turco: este hizo desterrar las letras, y passar la univer sidad de Athenas a Paris de Francia, donde aora está. Y assi por no cultivarlos, se pier den aora tan delicados ingenios, como los que arriba contamos. En las demas re De Ingenios.giones, fuera de Grecia, aunque ay escuelas, y exercicio de letras, ningun hombre ha salido en ellas muy eminente. Harto piensa el medico que a hecho, si alcanço con su ingenio, a los que dixo Hippocrates, y Galeno. Y el Philosopho natural, no cabe de sciencia, porque le parece que entiende a Aristoteles.


11 - Johann Huart's Prüfung der Köpfe zu den Wissenschaften /

Cicero glaubte zwar, um seinen Sohn Marcus in demjenigen Theile der Gelehrsamkeit, welchen er sich erwählet hatte, so weit zu bringen, als er es wünschte, sey es schon genug, wenn er ihn auf eine so bekannte und durch die ganze Welt so berühmte Hoheschule schickte, als Athen war; wenn er ihm den Kratippus, den größten Weltweisen seiner Zeit, zum Lehrmeister gäbe, und ihn seinen Aufenthalt in einer so volkreichen Stadt nehmen liesse, wo ihm wegen des grossen Zusammenflusses von allerley Leuten, die daselbst anlangten, nothwendig viel Beyspiele und besondre Fälle vorkommen müßten, die ihn durch die Erfahrung verschiednes lehren würden, was mit der Wissenschaft, auf die er sich legte, einige Verwandschaft haben könnte. Dieser und vieler andern Vorsorgen aber ungeachtet, die er als ein guter Vater für ihn trug, da er ihm Bücher schafte, und sogar selbst für ihn schrieb, erzählen die Geschichtschreiber, daß nichts aus ihm geworden sey; daß er wenig in der Beredsamkeit, und noch weniger in der Weltweisheit gethan habe; wie es denn ein sehr gemeines Schicksal unter den Menschen ist, daß der Sohn den grossen Verstand des Vaters bezahlen muß. Jn der That konnte sich Cicero zwar einbilden, daß, obgleich sein Sohn aus den Händen der Natur das Genie und die Fähigkeit nicht bekommen habe, welche die Beredsamkeit und Weltweisheit erfordern, durch den redlichen Fleiß eines solchenLehrmeisters, durch viele Bücher und viele Beyspiele in Athen, durch ununterbrochene Bemühungen des Jünglings mit der Zeit den Fehlern seiner Seelenkräfte würde können abgeholfen werden. Am Ende aber sehen wir, daß er sich geirrt habe; worüber ich mich aber gar nicht verwundre, weil er nicht wenig Beyspiele vor Augen hatte, die ihn zu hoffen verleiteten, es könne ein gleiches auch mit seinem Sohne ge schehen. Er selbst, Cicero, erzählet, (in seinemBuche vom Schicksale) daß Xenokrates einen sehr unlehrsamen Kopf, sowohl zur moralischen als natürlichen Weltweisheit, gehabt habe, so daß Plato von ihm gesagt, dieser sein Schüler bedürfe der Sporen: gleichwohl wurde er durch den redlichen Fleiß seines Lehrmeisters und durch seinen eigenen unablässigen Eifer ein sehr grosser Weltweise. Eben derselbe führt auch das Beyspiel des Kleantes an, welcher so dumm und ungeschickt gewesen seyn soll, daß ihn kein Lehrmeister in seine Schule habe nehmen wollen; der dadurch empfindlich beschämte Knabe aber habe hierauf so eifrig zu studiren angefangen, daß er endlich der zweyte Herkules in der Gelehrsamkeit sey genannt worden. Eben so ungeschickt schien dasGenie des Demosthenes†) zur Beredsamkeit, da er als ein erwachsener Jüngling, wie man sagt, noch nicht einmal recht reden konnte. Besonders, wie Cicero erzählt, konnte er das R nicht aussprechen, weil er ein wenig lispelte. Durch seinen Fleiß aber lernte er es endlich so wohl ausspre

†) Vom Demosthenes läßt sich wohl nicht mit Recht behaupten, daß sein Genie zur Beredsamkeit ungeschickt gewesen sey, wofern man nicht das Wort Genie in einer ganz ungewöhnlichen Bedeutung nehmen, und auch auf körperlicheVollkommenheiten ausdehnen will. Denn was dem Demosthenes die Ausbildung der Beredsamkeit anfänglich sehr schwer machte, war blos eine natürliche Unvollkommenheit in den Sprachwerkzeugen.

E.chen, als wenn er niemals diesen Fehler gehabt hätte. Daher kömmt das Sprichwort, welches ungefähr sagt: es sey mit dem Genie des Menschen zu den Wissenschaften, wie mit einem, der im Brete spielet; wenn der Wurf unglücklich ist, so muß er ihn durch eine geschickte Setzung erträglich zu machen, und also sein schlechtes Glück zu verbessern wissen. Doch keines von den Beyspielen, welche Cicero anführt, ist eigentlich wider meine Meynung, weil es, wie wir weiter unten beweisen wollen, in jungen Leuten eine gewisse Ungelehrigkeit giebt, welche auf ein andres Alter ein grösseres Genie prophezeyt, als wenn sie von Kindheit an viel Fähigkeit gewiesen hätten. Das allzufrühe Vernünfteln und Klugseyn ist sogar eine Anzeige eines künftigen Narren. Hätte Cicero die wahren Merkmale eingesehen, welche in der ersten Jugend ein Genie verrathen, so würde er es sowohl bey demDemosthenes, als bey dem Xenokrates, für ein gutes Zeichen gehalten haben, daß jener langsam und schwer reden lernte, und dieser in seinem Studiren angespornt zu werden bedurfte. Jch spreche in der Ausbesserung, sowohl der langsamen als fähigen Genies, dem guten Lehrmeister, der Kunst und dem Fleisse nicht alle Kraft und Tugend ab. Jch will nur so viel sagen, daß, wenn der Knabe nicht von der Natur einen Verstand bekommen hat, welcher gleichsam schon von den Grundsätzen und Regeln der Kunst, die er erlernen will, schwanger ist und ihn nur zu dieser und sonst zu keiner andern bestimmt, alle Sorgfalt, welche Cicero für seinenSohn anwandte, und jeder Vater für den seinigen anwenden kann, vergebens ist. Die Wahrheit dieser Lehre wird jeder leicht begreifen, welcher bey dem Plato*) gelesen hat, daßSokrates, wie er selbst von sich erzählt, eine Hebamme zur Mutter hatte, und daß, so wie diese, ob sie gleich eine Meisterinn in ihrer Kunst war, keine Frau konnte gebähren lassen, wenn sie nicht schon schwanger war, ehe sie unter ihre Hände kam, auch er, als einer, welcher ähnliche Verrichtungen mit seiner Mutter hätte, keine Wissenschaft aus seinen Schülern hervorziehen könnte, wenn ihr Verstand nicht schon damit schwanger sey. Er hatte es eingesehen, daß dieWissenschaften nur denjenigen Menschen gleichsam natürlich wären, welche ein Genie hätten, das darnach eingerichtet sey, und daß es eben die Bewandniß damit habe, die es, wie uns die Erfahrung lehret, mit denen hat, welche etwas, das sie vorher wußten, vergessen haben: wenn man ihnen nur auf ein Wort hilft, so besinnen sie sich sogleich wieder auf alles das übrige. So viel ich einsehe, thun die Lehrmeister mit ihren Schülern nichts, als daß sie die Wissenschaft in ihnen anblasen. Denn haben sie ein fähigesGenie, so ist dieses fähige Genie hinreichend, aus ihnen die vortreflichsten Begriffe hervorzubringen; haben sie aber keines, so plagen sie

*) Dιαλ. θεαιτητος ἠ περι ἐπιϛημης.

sich, und die, die sie unterweisen, ohne es iemals dahin zu bringen, wohin sie es bringen wollen. *) Jch wenigstens, wenn ich ein Lehrmeister wäre, würde, ehe ich einen Knaben in meine Schule nähme, vielerley Proben und Erfahrungen mit ihm anstellen, sein Genie zu erforschen, und wenn ich eine gute natürliche Geschicklichkeit zu der Wissenschaft, die ich lehrte, bey ihm fände, so würde ich ihn mit Freuden annehmen, weil es kein geringes Vergnügen für einen Lehrer ist, wenn er ein fähiges Genie zu unterweisen hat. Fände ich aber das Gegentheil, so würde ich ihm rathen, sich auf diejenige Wissenschaft zu legen, welche sich für seinen Kopf schickte, und hätte er zu gar keinem Theile der Gelehrsamkeit Neigung und Fähigkeit, so würde ich voller Liebe und mit den sanftesten Worten zu ihm sagen: mein Sohn, auf dem Wege, welchen ihr euch erwählt habt, werdet ihr kein brauchbarer Mensch werden. Um des Himmels willen! verlieret eure Zeit und eure Arbeit nicht, und sucht euch eine andere Lebensart aus, welche weniger Fähigkeit erfordert, als die Wissenschaften.


12 - Johann Huart's Prüfung der Köpfe zu den Wissenschaften /

†) Vom Demosthenes läßt sich wohl nicht mit Recht behaupten, daß sein Genie zur Beredsamkeit ungeschickt gewesen sey, wofern man nicht das Wort Genie in einer ganz ungewöhnlichen Bedeutung nehmen, und auch auf körperlicheVollkommenheiten ausdehnen will. Denn was dem Demosthenes die Ausbildung der Beredsamkeit anfänglich sehr schwer machte, war blos eine natürliche Unvollkommenheit in den Sprachwerkzeugen.


13 - Johann Huart's Prüfung der Köpfe zu den Wissenschaften /

†) Vom Demosthenes läßt sich wohl nicht mit Recht behaupten, daß sein Genie zur Beredsamkeit ungeschickt gewesen sey, wofern man nicht das Wort Genie in einer ganz ungewöhnlichen Bedeutung nehmen, und auch auf körperlicheVollkommenheiten ausdehnen will. Denn was dem Demosthenes die Ausbildung der Beredsamkeit anfänglich sehr schwer machte, war blos eine natürliche Unvollkommenheit in den Sprachwerkzeugen.


14 - Johann Huart's Prüfung der Köpfe zu den Wissenschaften /

Cicero glaubte zwar, um seinen Sohn Marcus in demjenigen Theile der Gelehrsamkeit, welchen er sich erwählet hatte, so weit zu bringen, als er es wünschte, sey es schon genug, wenn er ihn auf eine so bekannte und durch die ganze Welt so berühmte Hoheschule schickte, als Athen war; wenn er ihm den Kratippus, den größten Weltweisen seiner Zeit, zum Lehrmeister gäbe, und ihn seinen Aufenthalt in einer so volkreichen Stadt nehmen liesse, wo ihm wegen des grossen Zusammenflusses von allerley Leuten, die daselbst anlangten, nothwendig viel Beyspiele und besondre Fälle vorkommen müßten, die ihn durch die Erfahrung verschiednes lehren würden, was mit der Wissenschaft, auf die er sich legte, einige Verwandschaft haben könnte. Dieser und vieler andern Vorsorgen aber ungeachtet, die er als ein guter Vater für ihn trug, da er ihm Bücher schafte, und sogar selbst für ihn schrieb, erzählen die Geschichtschreiber, daß nichts aus ihm geworden sey; daß er wenig in der Beredsamkeit, und noch weniger in der Weltweisheit gethan habe; wie es denn ein sehr gemeines Schicksal unter den Menschen ist, daß der Sohn den grossen Verstand des Vaters bezahlen muß. Jn der That konnte sich Cicero zwar einbilden, daß, obgleich sein Sohn aus den Händen der Natur das Genie und die Fähigkeit nicht bekommen habe, welche die Beredsamkeit und Weltweisheit erfordern, durch den redlichen Fleiß eines solchenLehrmeisters, durch viele Bücher und viele Beyspiele in Athen, durch ununterbrochene Bemühungen des Jünglings mit der Zeit den Fehlern seiner Seelenkräfte würde können abgeholfen werden. Am Ende aber sehen wir, daß er sich geirrt habe; worüber ich mich aber gar nicht verwundre, weil er nicht wenig Beyspiele vor Augen hatte, die ihn zu hoffen verleiteten, es könne ein gleiches auch mit seinem Sohne ge schehen. Er selbst, Cicero, erzählet, (in seinemBuche vom Schicksale) daß Xenokrates einen sehr unlehrsamen Kopf, sowohl zur moralischen als natürlichen Weltweisheit, gehabt habe, so daß Plato von ihm gesagt, dieser sein Schüler bedürfe der Sporen: gleichwohl wurde er durch den redlichen Fleiß seines Lehrmeisters und durch seinen eigenen unablässigen Eifer ein sehr grosser Weltweise. Eben derselbe führt auch das Beyspiel des Kleantes an, welcher so dumm und ungeschickt gewesen seyn soll, daß ihn kein Lehrmeister in seine Schule habe nehmen wollen; der dadurch empfindlich beschämte Knabe aber habe hierauf so eifrig zu studiren angefangen, daß er endlich der zweyte Herkules in der Gelehrsamkeit sey genannt worden. Eben so ungeschickt schien dasGenie des Demosthenes†) zur Beredsamkeit, da er als ein erwachsener Jüngling, wie man sagt, noch nicht einmal recht reden konnte. Besonders, wie Cicero erzählt, konnte er das R nicht aussprechen, weil er ein wenig lispelte. Durch seinen Fleiß aber lernte er es endlich so wohl ausspre

†) Vom Demosthenes läßt sich wohl nicht mit Recht behaupten, daß sein Genie zur Beredsamkeit ungeschickt gewesen sey, wofern man nicht das Wort Genie in einer ganz ungewöhnlichen Bedeutung nehmen, und auch auf körperlicheVollkommenheiten ausdehnen will. Denn was dem Demosthenes die Ausbildung der Beredsamkeit anfänglich sehr schwer machte, war blos eine natürliche Unvollkommenheit in den Sprachwerkzeugen.

E.chen, als wenn er niemals diesen Fehler gehabt hätte. Daher kömmt das Sprichwort, welches ungefähr sagt: es sey mit dem Genie des Menschen zu den Wissenschaften, wie mit einem, der im Brete spielet; wenn der Wurf unglücklich ist, so muß er ihn durch eine geschickte Setzung erträglich zu machen, und also sein schlechtes Glück zu verbessern wissen. Doch keines von den Beyspielen, welche Cicero anführt, ist eigentlich wider meine Meynung, weil es, wie wir weiter unten beweisen wollen, in jungen Leuten eine gewisse Ungelehrigkeit giebt, welche auf ein andres Alter ein grösseres Genie prophezeyt, als wenn sie von Kindheit an viel Fähigkeit gewiesen hätten. Das allzufrühe Vernünfteln und Klugseyn ist sogar eine Anzeige eines künftigen Narren. Hätte Cicero die wahren Merkmale eingesehen, welche in der ersten Jugend ein Genie verrathen, so würde er es sowohl bey demDemosthenes, als bey dem Xenokrates, für ein gutes Zeichen gehalten haben, daß jener langsam und schwer reden lernte, und dieser in seinem Studiren angespornt zu werden bedurfte. Jch spreche in der Ausbesserung, sowohl der langsamen als fähigen Genies, dem guten Lehrmeister, der Kunst und dem Fleisse nicht alle Kraft und Tugend ab. Jch will nur so viel sagen, daß, wenn der Knabe nicht von der Natur einen Verstand bekommen hat, welcher gleichsam schon von den Grundsätzen und Regeln der Kunst, die er erlernen will, schwanger ist und ihn nur zu dieser und sonst zu keiner andern bestimmt, alle Sorgfalt, welche Cicero für seinenSohn anwandte, und jeder Vater für den seinigen anwenden kann, vergebens ist. Die Wahrheit dieser Lehre wird jeder leicht begreifen, welcher bey dem Plato*) gelesen hat, daßSokrates, wie er selbst von sich erzählt, eine Hebamme zur Mutter hatte, und daß, so wie diese, ob sie gleich eine Meisterinn in ihrer Kunst war, keine Frau konnte gebähren lassen, wenn sie nicht schon schwanger war, ehe sie unter ihre Hände kam, auch er, als einer, welcher ähnliche Verrichtungen mit seiner Mutter hätte, keine Wissenschaft aus seinen Schülern hervorziehen könnte, wenn ihr Verstand nicht schon damit schwanger sey. Er hatte es eingesehen, daß dieWissenschaften nur denjenigen Menschen gleichsam natürlich wären, welche ein Genie hätten, das darnach eingerichtet sey, und daß es eben die Bewandniß damit habe, die es, wie uns die Erfahrung lehret, mit denen hat, welche etwas, das sie vorher wußten, vergessen haben: wenn man ihnen nur auf ein Wort hilft, so besinnen sie sich sogleich wieder auf alles das übrige. So viel ich einsehe, thun die Lehrmeister mit ihren Schülern nichts, als daß sie die Wissenschaft in ihnen anblasen. Denn haben sie ein fähigesGenie, so ist dieses fähige Genie hinreichend, aus ihnen die vortreflichsten Begriffe hervorzubringen; haben sie aber keines, so plagen sie

*) Dιαλ. θεαιτητος ἠ περι ἐπιϛημης.

sich, und die, die sie unterweisen, ohne es iemals dahin zu bringen, wohin sie es bringen wollen. *) Jch wenigstens, wenn ich ein Lehrmeister wäre, würde, ehe ich einen Knaben in meine Schule nähme, vielerley Proben und Erfahrungen mit ihm anstellen, sein Genie zu erforschen, und wenn ich eine gute natürliche Geschicklichkeit zu der Wissenschaft, die ich lehrte, bey ihm fände, so würde ich ihn mit Freuden annehmen, weil es kein geringes Vergnügen für einen Lehrer ist, wenn er ein fähiges Genie zu unterweisen hat. Fände ich aber das Gegentheil, so würde ich ihm rathen, sich auf diejenige Wissenschaft zu legen, welche sich für seinen Kopf schickte, und hätte er zu gar keinem Theile der Gelehrsamkeit Neigung und Fähigkeit, so würde ich voller Liebe und mit den sanftesten Worten zu ihm sagen: mein Sohn, auf dem Wege, welchen ihr euch erwählt habt, werdet ihr kein brauchbarer Mensch werden. Um des Himmels willen! verlieret eure Zeit und eure Arbeit nicht, und sucht euch eine andere Lebensart aus, welche weniger Fähigkeit erfordert, als die Wissenschaften.


15 - Johann Huart's Prüfung der Köpfe zu den Wissenschaften /

Auf den neunten Einwurf antworte ich, daß die Klugheit und Fähigkeit des Geistes, von welcher Galenus redet, zur Einbildungskraft gehöret, durch die man das Zukünftige vorher sieht.Cicero*) spricht daher: memoria praeterito- rum, futurorum prudentia. Das Gedächtniß, will er sagen, geht auf das Vergangene und die Klugheit auf das Zukünftige. Diese Fähigkeit des Geistes ist das, was der Spanieragudeza, List, Verschlagenheit nennet. Cicero **) sagt es selbst: prudentia est callidi- tas, quae ratione quadam potest delectum ha- bere bonorum et malorum. Diese Art der Klugheit und Fähigkeit nun fehlt Leuten von grossem Verstande, weil ihnen die Einbildungskraft fehlet. Die Erfahrung lehrt es uns deutlich an allen grossen Gelehrten in denjenigen Wissenschaften, welche von dem Verstande abhängen: wenn man sie aus ihrer Sphäre nimmt, so taugen sie nirgends, am wenigsten aber in den Welthändeln. Daß aber diese Klugheit aus der Cholera entsteht, darinnen hat Galenus ganz recht. Wenn Hippokrates seinem Freunde dem Damaget erzählt, wie er den Demokrit angetroffen, als er ihn habe besuchen und

*) dial. de senectute.

**) in Tuscul. quaest.

gesund machen wollen, so schreibt er: er habe auf dem Felde unter einem Ahornbaume in blossen Beinen, ohne Schuhe, auf einem Steine gesessen, und ein Buch in der Hand gehabt; *) um ihn herum hätten todte und lebendige Thiere gelegen. Hippokrates habe sich darüber gewundert und ihn gefragt, was er mit diesen Thieren mache? Worauf Demokrit geantwortet habe: er untersuche, welche Flüssigkeit den Menschen unbeständig, listig, falsch, tückisch, betriegerisch mache, und habe durch die Zergliederung dieser Thiere gefunden, daß die Cholera die Ursache dieser Unarten sey; er wolle also um sich an den listigen Menschen zu rächen, gegen sie eben so verfahren, als die Menschen gegen den Fuchs, die Schlange und den Affen verführen. Diese Art der Klugheit ist nicht allein den Menschen verhaßt, sondern auch Paulus sagt: fleischlich gesinnet seyn, ist eine Feindschaft widerGOtt. Röm. 8. Daher hat Plato Recht, wenn er der Klugheit diesen Namen abspricht, und sie Verschlagenheit nennet, sobald sie sich von der Gerechtigkeit entfernet. Diese ist es, deren sich der Teufel bedient, wenn er den Menschen schaden will: es ist nicht die, welche von

*) Man bemerke hier, daß Leute von grossem Verstande sich die Ausschmückung ihrer Person nicht sehr angelegen seyn lassen. Die Ursache davon werde ich in dem 8 und 14 Hauptstücke anführen.

oben herab kömmt, sagt St. Jacobus, sondern es ist die irrdische, menschliche und teuflische. Die wahre Klugheit aber ist die, welche mit Aufrichtigkeit und Einfalt verbunden ist, und die Menschen das Gute zu erkennen, dasBöse aber zu verabscheuen lehrt. Und diese nur, sagt Galenus, *) geht den Verstand an, als welche Vermögenheit keiner Arglist, keiner Falschheit, keines Bösen fähig ist; alles ist an ihr gerecht, untadelhaft, billig und unverfälscht. Denienigen, welcher zu dieser Art des Genies gelangt, nennt man schlecht und recht. Daher auch Demosthenes, als er in der Rede wider den Aeschines um die Wohlgewogenheit seiner Richter bittet, sie schlechte und gerechte Männer, in Ansehung der Einfalt ihres Amtes nennet, von welchem Cicero (pro Sylla) sagt: sim- plex est officium atque vna bonorum omnium caussa. Für diese Art der Weisheit ist die Kälte und Trockenheit der schwarzen Galle das bequemste Werkzeug; nur muß sie aus den feinsten und zartesten Theilen zusammengesetzt seyn.